El Suzuki S-Cross es un SUV, del segmento B fabricado por Suzuki desde 2014. Actualmente se comercializa la segunda generación, presentada en 2017 y actualizada en 2021. El Suzuki S-Cross se caracteriza por ofrecer unas buenas cualidades offroad con la imagen robusta y fiable de Suzuki, todo ello con un coste para el cliente muy contenido. Se fabrica en la planta de Esztergom Suzuki en Hungría.
Entre los SUV compactos que aspiran a rivalizar con el Suzuki S-Cross nos encontramos con otros SUV-B de su clase, entre los que destacan el Peugeot 2008, el Dacia Duster o el FIAT 500X.
Diseño del Suzuki S-Cross
El Suzuki S-Cross ofrece un diseño razonablemente convencional, sin grandes cesiones a la originalidad. El SUV japonés ofrece, una carrocería de 4.3 metros de largo, 1,79 m de ancho y 1,58 m de alto con unas líneas simples, poco emocionantes, pero bien pensadas. En su frontal encontramos, sin duda, la parte más atractiva del conjunto, con unos grupos ópticos con tecnología LED y una generosa parrilla cromada.
Precisamente los detalles cromados son los que aportan algo de empaque a la parte inferior del paragolpes, así como en los marcos de las ventanillas o las barras del techo. Su perfil es agradable a la vista, sin ningún elemento que llame demasiado la atención. En la trasera, sin embargo, encontramos unos trazos poco atrayentes, simples pero de nuevo bien pensados.
Detalles como los cristales traseros oscurecidos, los pasos de rueda enmarcados en color negro, las llantas de aleación de hasta 17 pulgadas o los bajos laterales en color plateado ayudan a mejorar la imagen de un modelo que no resulta tan atractivo como algunos de sus rivales a nivel visual.
Motores del Suzuki S-Cross
El SUV japonés de Suzuki está disponible únicamente con un motor de gasolina. Perteneciente a la familia BoosterJet, cuenta con 1.4 litros de cubicaje en un bloque de cuatro cilindros. Se trata de un motor moderno y eficiente, que cuenta con sobrealimentación mediante turbocompresor e inyección directa así como un sistema de microhibridación mediante una máquina eléctrica de 48V capaz de aportar hasta 13.6 CV de potencia.
Este sistema en total ofrece 129 CV y 235 NM, asociándose a dos transmisiones, manual o automática mediante convertidor de par, siempre con seis relaciones. Es posible contar con un Suzuki S-Cross con tracción delantera o con tracción integral conectable mediante embrague central multidisco.
Interior del Suzuki S-Cross
El Suzuki S-Cross ofrece a sus ocupantes un interior de buena calidad, con un diseño simple pero bien pensado y unos materiales que, sin ser brillantes, sí son aceptables. La gran variedad de revestimientos duros hace que el interior del Suzuki S-Cross parezca algo «barato» aunque la buena calidad de su ensamblaje compensa con creces el uso de materiales poco vistosos.
Con todo, el habitáculo cuenta con todas las comodidades de un vehículo tradicional, con un buen equipamiento -se pueden instalar elementos como el navegador con sistema Android Auto y Apple Carplay, los asientos calefactables, el programador de velocidad activo, los sensores de luz y lluvia o el climatizador automático- y un espacio suficiente.
Los ocupantes de las filas delanteras viajarán cómodamente, mientras que los usuarios de las plazas traseras lo harán holgadamente tanto por espacio para las rodillas como por espacio para la cabeza. La anchura entre puertas es normal, siendo adecuada para cuatro ocupantes pero no muy apta para cinco usuarios. El maletero, por su parte, cubica 430 litros de capacidad.
Dinámica del Suzuki S-Cross
El Suzuki S-Cross está construido sobre una plataforma convencional que conforma una estructura monocasco. Su esquema de suspensión es sencillo, con columnas McPherson en el eje delantero y eje de torsión detrás, sustituido por un esquema mutibrazo en el caso de las versiones 4×4. Su distancia al suelo es de 18 centímetros.
No es el SUV más ágil de su segmento: otros modelos como el Peugeot 2008 o el Citroën C3 Aircross resultan más agradables de utilizar en carretera revirada, aunque es cierto que su configuración de suspensión ofrece un buen compromiso entre comodidad y dinamismo.
Fuera del asfalto el Suzuki S-Cross ofrece unas cotas discretas, aunque su sistema de tracción integral ofrece un buen agarre ayudado por un equipo de neumáticos M+S. Con diferentes modos de actuación, el sistema de tracción integral puede bloquear el reparto de potencia de forma igualitaria entre ambos ejes, aunque no cuenta con ningún sistema de ayuda ni al ascenso ni al descenso.