Pues que las expectativas no se cumplen. O al menos esto es lo que me ha pasado a mí tras experimentar la que ha sido mi primera toma de contacto con el Alfa Romeo Tonale. Y es que estamos ante un coche que cumple bien como SUV, que cumple bien como escaparate tecnológico pero que, como Alfa Romeo, no cumple tan bien como uno podría esperar teniendo en cuenta su legado. ¿Es esto algo malo? No, es solo algo diferente a lo que suele ofrecer la firma italiana, pero vamos a descubrir por qué.
Todas estas sensaciones que he vivido a los mandos del Tonale deben contextualizarse con el que ha sido su motor, el mild-hybrid de 160 CV. A priori una mecánica suficiente y con potencia más que de sobra para afrontar cualquier contexto, a lo que hay que sumarle los beneficios de la DGT por contar con la etiqueta ECO pero, ¿es así en la práctica?
Alfa Romeo por fuera es pero, ¿y por dentro?
Alfa Romeo Tonale
No obstante no voy a empezar la casa por el tejado, así que permitidme dar unas pinceladas sobre el diseño del Tonale, apartado que se convierte en pilar importante de mis conclusiones. Y es que estamos ante un coche que, al menos a mí me lo parece, bonito y que rompe con esos cánones estéticos dentro de los SUV compactos más bien asépticos y carentes de personalidad.
Nos encontramos con un binomio soberbio entre el diseño tan característico de Alfa Romeo y unas claras pautas del nuevo lenguaje que se avecina dentro de la marca. El frontal está gobernado por el mítico triángulo invertido de la firma, dos faros finos y alargados con tecnología LED que dotan al Tonale con una mirada muy agresiva y una abrupta defensa que termina de enfatizar su carácter.
El lateral se alza de la mano de unas líneas más suaves que tan solo se irrumpen por unas llantas que van desde las 17 hasta las 20 pulgadas, albergando en opción el diseño ya histórico de cinco círculos. La zaga luce una solución para los pilotos a modo de tira LED unida, dejando unos faros que simulan lo que serían las líneas de los latidos de un corazón en un monitor. Es decir, el mismísimo cuore italiano del que tanto se habla.
En resumidas cuentas: para mí el Tonale es, en el apartado estético, un Alfa Romeo de verdad. Su diseño es elegante, atractivo y tiene personalidad. Claro que esto es algo muy subjetivo, al igual que lo es que lo único que rompe para mí su armoniosa estética son unos voladizos demasiado notorios que dan cierta sensación de desproporción al conjunto, algo que pueda deberse a usar una plataforma algo vetusta.
La frescura tecnológica que necesitaba Alfa Romeo
Ahora vamos con el segundo pilar y que bajo mi criterio también es crucial: el interior y carga tecnológica del Alfa Romeo Tonale. Durante años no solo los Alfa Romeo, sino cualquier coche italiano ha tenido fama de acabados nefastos, pero el Tonale viene para sentar cátedra en este aspecto. Y es que el SUV de Alfa Romeo ofrece un habitáculo bien rematado, con buenos ajustes y materiales agradables al tacto.
No es un coche que esté al mismo nivel que un Audi Q3, por ejemplo, pero sí que se acerca notoriamente al ofrecer un conjunto general por encima de muchos SUV generalista y equiparándose a alguno premium, como el Volvo XC40. Esto lo transmite a través de un salpicadero blando al tacto, una consola central sin crujidos y unos mandos que, al accionarlos, trasmiten un buen ajuste pese a que el plástico es el material predominante.
Otro apartado a tener en cuenta es la carga tecnológica con la que el Tonale da un paso de gigante respecto a los Giulia y Stelvio que, pese a haberse actualizado recientemente, ofrecían hasta la fecha un conjunto muy obsoleto y lejos de lo que te encuentras en rivales de mismo precio. Sea como fuere, el nuevo SUV de Alfa Romeo hace gala de un sistema de infoentretenimineto fluido, intuitivo y con conexión con Apple CarPlay y Android Auto por medio de una pantalla de 10,25 pulgadas que se complementa con… ¡mandos físicos! Gracias Alfa Romeo por no caer en esa odiosa moda de integrar todo en la pantalla.
Acompañando a esta nos encontramos con una instrumentación digital de 12,3 pulgadas. Esta presenta diferentes menús y una personalización bastante alta, pero en líneas generales siempre contamos con la información necesaria y con la posibilidad de tener acceso a la misma por medio de un diseño más clásico o, por el contrario, algo más moderno.
El quid de la cuestión: el Alfa Romeo Tonale no se comporta como un Alfa Romeo
Pero ahora vamos al meollo de la cuestión: el comportamiento del Alfa Romeo Tonale. Y es que este ha sido el motivo de que el SUV italiano tan solo me haya entrado por los ojos pese a no ser en ningún momento un mal SUV. Esta conclusión está lógicamente infundada por el comportamiento que ofrecen los Giulia y Stelvio, siendo dos de los mejores coches en su categoría en dicho apartado.
El Tonale hereda de estos una soberbia dirección que es muy rápida y directa, aunque le falta un punto más de información para ser perfecta. Esto es posible gracias a una relación de 13,6:1, pero es lo único realmente dinámico que ofrece este coche. La suspensión es de tipo McPherson en ambos ejes, recoge bien las irregularidades del asfalto, no es dura en exceso y contiene relativamente bien los balanceos del coche.
No ofrece en ningún momento un comportamiento deportivo, pero es que tampoco lo pretende. Puede que la suspensión adaptativa opcional haga más hincapié en este aspecto, pero la que monta el Tonale de serie prioriza claramente el confort de marcha.
Sin embargo, el conjunto general deja un coche que se comporta como un buen SUV compacto, dejando unas sensaciones muy similares a las que podemos encontrar en otros buenos productos del segmento. Y es precisamente por ello por lo que el hecho de que el Tonale no se comporte como otros Alfa Romeo no es malo, ya que al fin de cuentas la firma está atacando con este a un segmento en el que lo que quieren es hacer volumen de ventas, y para ello deben satisfacer a una clientela muy amplia que no busca un coche dinámico, preciso y comunicativo, sino un coche cómodo, práctico, bonito, tecnológico y apto para cualquier tipo de situación, algo que es totalmente loable.
Ahora bien, ¿qué hay del motor mild-hybrid de 160 CV? Estamos hablando de un propulsor de 1.5 litros y cuatro cilindros que eroga 160 CV y 240 Nm de par de la mano de un turbo de geometría variable. Dichas cifras tan solo se pueden gestionar por medio de una caja de cambios automática de 7 relacione y de tipo doble embrague que en opción puede ser orquestada por unas levas de alumino de tacto exquisito.
Esta tiene un comportamiento refinado y rápido, permitiendo que las transiciones entre marchas sean prácticamente imperceptibles. A su vez, la caja de cambios junto al motor permiten que el 0 a 100 ocurra en 8,8 segundos y que la velocidad punta sea de 160 km/h; no son cifras estratosféricas pero sí muy dignas. Sin embargo, en la práctica nos encontramos con un propulsor algo escaso de potencia en bajos, dejando un comportamiento en general muy lineal y algo insulso. El coche tiene cierto empuje y coge velocidad, pero da la sensación de ser una tarea algo tediosa para este.
¿Merece realmente la pena el Alfa Romeo Tonale?
La respuesta a esta pregunta realmente la tiene cada potencial cliente. Y es que si estamos buscando un SUV compacto con personalidad a nivel estético, con un interior bien rematado, una buena carga tecnológica, una habitabilidad más que correcta y un comportamiento bueno, el Alfa Romeo Tonale es tu coche, especialmente si queremos huir de los ya míticos Audi Q3, Mercedes-Benz GLA o Volkswagen Tiguan y optar por algo diferente.
A todo ello debemos sumarle la presencia de variantes mild-hybrid, híbridas, PHEV y diésel, obteniendo así el Tonale las etiquetas ECO y CERO de la DGT en tres de sus versiones. Pero si por el contrario buscamos un buen binomio entre deportividad y versatilidad el Tonale tal vez no sea tu coche, teniendo más sentido en ese caso su hermano mayor, el Stelvio, o modelos como el BMW X3 o X1 en sus variantes más deportivas.
Sea como fuere, tenemos que tener en cuenta que el Alfa Romeo Tonale aterriza en España con un precio de partida de 36.400 euros, cifra que asciende hasta los 46.550 euros en caso de optar por el acabado tope de gama, el llamado Veloce. Son cantidades ciertamente elevadas, pero creo que están justificadas con un conjunto más que digno para pelear con otros SUV compactos premium que se mueven en cifras similares o incluso más elevadas.