Si eres un jefe de estado, diriges un grupo paramilitar o te dedicas a ciertas operaciones logísticas, es posible que estés buscando un coche blindado. BMW acaba de presentar en el Salón de Munich su nuevo BMW i7 Protection. Una berlina 100% eléctrica que cumple todos los requisitos del estándar VR9 de protección balística. Este estándar es uno de los más elevados que existen para vehículos no militares, y hace que el peso de esta berlina de representación se eleve hasta el límite de las cinco toneladas.
El BMW i7 Protection es el primer coche blindado eléctrico de su categoría, y es producido a mano en las instalaciones de BMW en Dingolfing. Se produce casi en secreto, pues muchas unidades son personalizadas por sus clientes, que suelen ser personas de perfil elevado. BMW lleva 45 años produciendo coches blindados, y en el i7 Protection estrenan una tecnología constructiva llamada BMW Protection Core. Consiste en una estructura autoportante modificada para la carrocería, construida en acero preparado para resistir todo tipo de maltratos.
BMW i7
Sin ir más lejos, balas de 7,62 mm diseñadas para perforar blindajes, o impactos de bombas de mano. A mayores, tanto el techo como los bajos están protegidos de la misma forma. Esto es especialmente importante por el aumento de uso de drones y drones suicidas en ciertos ataques. Aunque sus cristales tiene 75 mm de grosor, la tecnología BMW Protection Core permite que el espacio interior de la berlina apenas se vea comprometido. A nivel técnico, el i7 Protection está basado en el BMW i7 M70 xDrive, el tope de gama de los BMW i7.
Es decir, cuenta con dos motores eléctricos, tracción total y una potencia de combinada de 544 CV, acompañada de un par máximo de 745 Nm. Teniendo en cuenta que el paquete Protection suma en torno a tonelada y media al peso del coche, estamos hablando de un coche cuyo peso es de unos 4.900 kilos. Con todo, sigue siendo capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, teniendo su velocidad punta limitada a 160 km/h. Una peculiaridad de este coche es que cuenta de serie con ruedas traseras directrices, y una suspensión especialmente puesta a punto.
Los neumáticos también son especiales: son unos Michelin PAX reforzados de tipo run-flat, en medidas 255-740 R510, montados sobre llantas de 20 pulgadas. Su amplio balón y sus refuerzos laterales les permiten rodar hasta a 80 km/h sin presión de aire. Su autonomía WLTP se reduce a 380 km, y para conducirlo, no nos valdrá con un carnet de conducir B, ya que excede por un margen muy grande los 3.500 kilos de masa máxima autorizada de este permiso. Los chóferes, por cierto, pueden asistir a cursos de conducción específicos organizados por BMW.
En todo caso, sigue siendo un BMW Serie 7, y cuenta con un equipo de sonido Bowers & Wilkins, una nevera para los pasajeros de las plazas traseras o puertas motorizadas – algo que tiene mucho sentido en un coche tan pesado. Además, puede equipar un sistema integrado de extinción de incendios, o botellas de oxígeno, ya que está preparado para soportar ataques biológicos. ¿Su precio? Si tienes que preguntar, no eres el cliente que BMW busca.