En los últimos años, son muchos los fabricantes que han abandonado la búsqueda de sistemas de propulsión de hidrógeno, pero BMW todavía cree que puede desempeñar un papel importante y es una de las pocas marcas que sigue invirtiendo en ello. Tanto es así que la primera flota del BMW iX5 Hydrogen ya es una realidad y ha comenzado a rodar.
Tras conocer su prototipo en 2019, BMW anunció en diciembre de 2022 que la producción del BMW iX5 Hydrogen ya estaba en marcha, aunque, eso sí, la marca no espera vender vehículos de hidrógeno a particulares antes de 2025. Sabíamos las unidades serían limitadas y así ha sido. BMW acaba de lanzar una flota de prueba compuesta por menos de cien unidades, que han tardado cuatro años en fabricarse.
Pruebas de conducción en Europa, Asia, EEUU y Oriente Medio
BMW X5
El hecho de que sea así de pequeña refleja las dificultades que tienen los vehículos de hidrógeno. No en vano, se calcula que hay 60.000 unidades en todo el mundo, con el Hyundai Nexo como el modelo más vendido. Os daremos un dato para poner algo de contexto: según Bloomberg, a nivel global, hay 19 millones de coches eléctricos.
BMW dejó claro desde el principio que el BMW iX5 Hydrogen será más un proyecto de investigación y desarrollo en manos de algunos conductores elegidos. Para ello, unas 80 unidades pondrán rumbo a Europa, Asia, EEUU y Oriente Medio para protagonizar una serie de exhibiciones y pruebas de conducción para conductores que no están involucradas en el desarrollo del SUV: eventos que formarán parte de la campaña con la que la marca bávara pretende mostrar a los clientes alternativas los coches eléctricos.
¿Cómo funciona el BMW iX5 Hydrogen?
El BMW iX5 Hydrogen no extrae la energía de una batería como un coche eléctrico convencional: genera su propia electricidad. Lo hace con una reacción química que se produce entre el hidrógeno almacenado y el oxígeno del aire a través de una celda de combustible (desarrollada con Toyota) que puede generar hasta 125 kW (167 CV). Cuando es necesario, además, el calor residual se utiliza para calentar el interior del BMW.
Esa celda de combustible, ubicada en la parte delantera, extrae el hidrógeno de dos tanques: cada uno tiene 700 bares, juntos pueden contener seis kilos de hidrógeno y están ubicados en los huecos donde iría la caja de cambios y el eje de transmisión del BMW X5 convencional. Debajo del capó han instalado un nuevo suelo junto con el sistema eléctrico de 400 V, la batería y las celdas de combustible.
La electricidad que genera la celda de combustible, por un lado, alimenta los dos motores eléctricos, situados, cada uno, en un eje: son los eDrive de quinta generación, que también encontramos en los BMW i7 y BMW iX y que tienen una potencia combinada de 369 CV. Y, por otro lado, cargan la pequeña batería que también proporciona energía a la mecánica en situaciones de alta demanda.