El Jaguar XE SV Project 8 ha sido un sonoro y contundente puñetazo sobre la mesa por parte de Jaguar. El fabricante británico a través de su división Special Vehicle Operations ha creado la berlina definitiva para demostrar a modelos como BMW M3 y Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio que ellos tienen la última palabra. 300 unidades son suficientes para que este Jaguar XE no sea olvidado con facilidad, pero lamentablemente estamos ante una excepción y Jaguar no está por la labor de convertir al Project 8 en un modelo de verdadera producción en serie.
SVO se ha tomado la suficiente libertad para desarrollar modelos y especificaciones propias, modelos independientes a la gama de producto «convencional». Así fue como nació el Jaguar XE SV Project 8, como un prototipo destinado a crear imagen de marca y demostrar el potencial tanto del Jaguar XE como de la división SVO en sí misma. Ahora el Jaguar XE SV Project 8 es el rey incontestable en Nürburgring, por lo que pronto se dispararon los rumores sobre que esas 300 unidades podrían ser el comienzo de un plan destinado a plantar cara a BMW Motorsport.
Jaguar XE
La realidad es muy distinta. Jaguar no está por la labor de desarrollar una gama de altas prestaciones sobre los Jaguar XE y Jaguar XF más allá de las versiones S o las hipotéticas R que puedan llegar en el futuro, ni siquiera se plantean hoy la posibilidad de ofrecer motores V8 en esos modelos. El Project 8 es una serie muy limitada que tendrá principio y final en las 300 unidades prometidas dada la capacidad de fabricación de SVO, pero donde Jaguar no pretende ahondar por las exigencias que suponen estos modelos tanto en inversión como en estrategia comercial.
Jaguar vive un momento dulce con la renovación y expansión de toda su gama, especialmente enfocada en el mercado SUV donde los Jaguar E-Pace y Jaguar F-Pace son son su principal baluarte. Desarrollar una gama de altas prestaciones implica destinar recursos a modelos de muy bajo volumen, algo que no interesa en esta etapa, por lo que se ha dejado en manos de SVO el desarrollo de este tipo de modelos a pesar de la menor capacidad de producción de la división. Hablamos por lo tanto de una solución intermedia que beneficia a Jaguar, a SVO y a sus clientes, respondiendo a sus rivales con series mucho más limitadas, pero sin afectar a la estrategia principal.