Este señor ha convertido su BMW 220d de 190cv en una bestia que equipa tres turbos y da más de 1000 Newton metro de par motor.
El combustible del demonio
A parte de lo que la famosa gente de Bruselas diga, es muy probable pensar que diésel y deportividad, no deberían ir de la mano.
BMW Serie 2
No obstante, el señor Gary Martin, dueño del taller tuning sudafricano Grease Monkey Motor Garage, ha decidido romper una lanza por el sucio combustible de los tractores.
Un BMW M2 50d. ¿Es posible?
Este frankenstein ha sido fruto del mencionado taller que Gary regenta. Y lo llamo así, porque poco queda del Serie 2 original.
El nuevo motor es un N57 6 cilindros en línea con 3 litros de cubicaje procedente de un BMW X5 50d Xdrive. Ya la potencia que trae de serie es decente para el pequeño Serie 2, sin embargo, para demostrar de lo que su taller es capaz, Gary fue a por más. Instaló un sistema triturbo con el que sin apenas ajustes alcanzaba en banco de potencia la cifra de 381cv y 750Nm.
Tras añadir un nuevo software de control motor, ajustar la presión de sobrealimentación a 3.2bar y el uso de un sistema de inyección de óxido nitroso y metanol, el coche llega a la cifra de 610cv y 1070Nm. Un par motor brutal, que desplaza el asfalto en lugar del coche.
Actualizaciones derivadas de triplicar la potencia
Colocar el nuevo motor no fue tarea fácil. Se tuvo que hacer un sistema de refrigeración a medida y añadir algunos radiadores de aceite adicionales. La línea de escape se hizo personalizada y quedó firmada por Akrapovic.
Para controlar semejante potencia, se instaló el sistema de tracción Xdrive, una caja de cambios automática de 8 velocidades, el diferencial trasero de un BMW F30 330d y el eje delantero de un BMW F10 M5, con su correspondiente frenada. Detrás se instalaron frenos de M2, que se actualizaron a M4.
La suspensión elegida fue BC-Racing y se utilizaron silentblock de Powerflex para dar rigidez y resistencia. Finalmente, para transmitir la potencia a la carretera, se montaron unas llantas Asanti Athena de 8,5×20 pulgadas delante y 10×20 pulgadas detrás.
Cambios por dentro y por fuera
Ante la falta de piezas de carrocería de M2, se las fabricaron ellos mismos a mano. También se montó un capó, portón trasero, difusor trasero, splitter y alerón de carbono. Se pintó en Daytona Grey y se pusieron ópticas delanteras y traseras de LED.
Aunque el señor Gary afirme usar el coche a diario, lo más normal es verlo por los circuitos. Por ello, el interior ha sido equipado con asientos baquet, barras antivuelco y arnés de seguridad. El coche se sensorizó, por lo que dentro también tiene una serie de indicadores de estado de los diferentes componentes.
El salpicadero y muchos de los elementos interiores se mantienen igual. Rebajar peso no es un problema cuando tienes 1000Nm de par motor. De hecho, apuesto a que podrías hacer alguna vuelta rápida con el aire acondicionado puesto.