BMW no sólo ha apostado por la electrificación como solución de movilidad cero emisiones, sino que a diferencia de sus compatriotas, también lo está haciendo por el hidrógeno, y así lo demuestran las últimas jornadas de test en condiciones de frío extremo que ha llevado a cabo en Arjeplog (Suecia) con los prototipos iX5 Hydrogen con pila de combustible.
Según han informado los bávaros, en estas duras pruebas con temperaturas de hasta -20 °C han podido validar el buen funcionamiento de la pila de combustible, de la pequeña batería que necesita este tipo de vehículos, de los tanques de hidrógeno, además de ajustar y calibrar diversos sistemas y componentes como se haría en cualquier otro vehículo convencional, llegando a la conclusión que este tipo de tecnología es igual de válida que la de un coche eléctrico o de combustión para ser usada en climas fríos.
BMW X5
Estos BMW iX5 Hydrogen se dieron a conocer el verano pasado como una pequeña serie de prototipos que utilizan la última tecnología en materia de electrificación de la marca alemana, contando así con un motor eléctrico que desarrolla una potencia total de 374 CV que utiliza la energía eléctrica generada por la pila de combustible de 170 CV, por lo que se hace necesario contar con una pequeña batería donde se almacena la electricidad para así poder proporcionar esa potencia pico (algo que sucede en todos los vehículos de este tipo).
Gracias a ese sistema y a los dos tanques de plástico reforzado con fibra de carbono donde se almacena el hidrógeno a una presión de 700 bares el SUV alemán es capaz de conseguir una autonomía de más de 600 km, necesitando para repostar unos escasos cinco minutos y siendo esta la auténtica gran ventaja de los coches eléctricos sobre los eléctricos.
A diferencia de Audi y Mercedes, BMW sí cree en el hidrógeno
Pero lo más importante que nos han dejado estos test árticos es la clara apuesta de BMW por el hidrógeno en su formato de pila de combustible, quizá influencia por Toyota dadas las últimas colaboraciones entre ambas firmas, y es que Audi y Mercedes descartan subirse a este tren de momento. De hecho, se prevé que pronto se ponga en marcha una pequeña flota de estos iX5 Hydrogen para seguir afinándolos en un uso en condiciones reales.
Así pues, tampoco olvidemos que el mes pasado conocimos el proyecto FlatHyStor en el que BMW y Bosch junto a una inversión de 6 millones de euros están desarrollando unos nuevos depósitos de hidrógeno que dejen atrás la actual (y voluminosa) geometría cilíndrica (la ideal par almacenar gases a alta presión) en busca de una manera de poder acomodarlos bajo el piso de forma similar a las actuales baterías de los coches eléctricos y no penalizar el espacio interior ni el maletero como sucede ahora.