BMW se ha encontrado con un contratiempo que va a tener su huella de cara a sus expectativas financieras en este 2024. Un problema con su sistema Integrated Braking System (IBS) suministrado por Continental va a tener repercusión en nada menos que 1,5 millones de vehículos de BMW, lo cual le va a costar bastante en concepto de garantía. Aunque los germanos no han especificado la cantidad, sí que hablan de una cifra de tres dígitos en millones de euros (Automotive News Europe).
Los problemas con el IBS cuestan millones de euros a BMW, además de las ventas en China
Para este 2024 esperaban contar con un margen de beneficios antes de intereses e impuestos de entre un 8% y un 10%, pero con este problema lo sitúan entre el 6% y el 7% – cabe destacar que esto hace referencia sólo a la rama automovilística, no a la división de motos ni otras ramas del grupo. En lo que respecta a retorno de capital empleado, de unas expectativas de entre el 15% al 20% ahora están entre el 11% al 13%.
BMW X5
Aún así, para este año financiero esperan que el flujo libre financiero sea de unos 4.000 millones de euros – es decir, la cantidad de dinero que pueden situar para cualquier proyecto que crean conveniente. Todo esto esperándose de aquí a final de año un pequeño descenso en las ventas de vehículos con respecto a un 2023 que había sido un año in crescendo para el grupo.
El problema en cuestión parece estar en un componente electrónico que desconecta el IBS (un módulo que combina varias funciones del freno y, sin él, hace falta aplicar más fuerza al frenar), según un comunicado de Continental (BMW Blog). Aún así, ambas partes afirman que aún sin el sistema, se puede conducir el coche con seguridad. Estos componentes no sólo se encuentran en modelos de BMW estrictamente, sino también en vehículos de Rolls Royce, quienes llevan ya dos décadas siendo propiedad de los de Baviera.
BMW está considerando si exigir a Continental una compensación por el error y los perjuicios causados en materia económica. Por otro lado, ese descenso en su volumen de ventas se debe sobre todo a un descenso notable en las ventas en China, un mercado salvaje donde muchas marcas luchan incluso a costa de sus propios márgenes de beneficio. BMW comenta que, pese a las medidas y estímulos del gobierno, los clientes chinos no se dejan seducir por el «¿Te gusta conducir?»