Ya han pasado casi tres décadas completas desde que el BMW Serie 8 comenzase a producirse en la fábrica de BMW en Dingolfing. Y no sé a vosotros, pero a mí sigue impresionándome y causándome una gran fascinación, por ser uno de los mejores ejemplos de hasta dónde puede llegar BMW cuando se propone no pensar tanto en deportividad, sino sobre todo en distinción, lujo y tecnología. Un concepto de gran turismo y coupé de lujo que añoramos más que nunca en estos días, en los que un BMW Serie 6 Coupé que nunca ocupó su lugar, ni lo intentó, encara la recta final de su vida comercial, y se cierne el lanzamiento de un nuevo BMW Serie 8. Un adelantado a su tiempo, tal vez, para lo bueno y para lo malo, que repasaremos en 10 razones y 10 imágenes por las que el BMW Serie 8 sigue apasionándonos tres décadas después de su nacimiento.
BMW Serie 8
Decíamos que el BMW Serie 8 fue un adelantado a su tiempo, para lo bueno, y para lo malo. Sigue siendo uno de los BMW más imponentes y espectaculares que se hayan fabricado en las últimas tres décadas. Y un modelo que, por su dotación tecnológica, sorprende se comenzase a fabricar a finales de los años ochenta. Tecnología que aún hoy en día sigue generando desconfianza, por la susceptibilidad a problemas electrónicos, que junto con el mantenimiento de sus motores de doce cilindros probablemente sean el aspecto que más teme aquel que observando anuncios de segunda mano, se imagina viajando a los mandos de un BMW en muchos aspectos legendario.
Y es que basta echar un vistazo al mercado de ocasión para percatarse de que, en los precios que está el BMW Serie 8, es posible tener un coupé de lujo de los noventa con motor V12 por el precio de un utilitario nuevo.
por el precio de un utilitario moderno
El BMW Serie 8 nos sigue fascinando por ser uno de los mejores ejercicios de diseño que haya realizado BMW en las últimas décadas. En su desarrollo, el Serie 8 fue un modelo pionero por el uso de tecnologías nada habituales en los años ochenta, como los sistemas de modelado digital, o los túneles de viento, gracias a los cuales se confirió al BMW Serie 8 un coeficiente aerodinámico excelente.
Para añadir aún mayor complejidad al asunto, el BMW Serie 8 optó por una estética carente de pilar central.
Nos encanta, porque un deportivo o un gran turismo con faros escamoteables es aún más impresionante, si cabe.
También nos fascina por su motor de doce cilindros en uve, garantía de confort y suavidad que, sorprendentemente, también se ofreció asociado a un cambio manual de seis relaciones. Aunque su potencia se mantuviera en el orden de los 300 CV, BMW llegó a explorar la posibilidad de lanzar un BMW Serie 8 aún más potente con un prototipo que alcanzó los 550 CV de potencia. Y no solo eso, este bloque sería el punto de partida para el motor que finalmente empleó el Mclaren F1, uno de los superdeportivos más impresionantes de todos los tiempos.
Como todo buen coupé de BMW, el Serie 8 contaba con un capó más largo que un día sin pan, en el que acoger un motor de doce cilindros, pero también una zaga escultural y trabajada, bajo la que se escondía un eje trasero multi-link de cinco brazos.
Decíamos que el BMW Serie 8 fue un coche muy avanzado con respecto a todos los productos que BMW había lanzado hasta la fecha, pero también en comparación con el resto de automóviles que se habían fabricado hasta entonces. Su dotación tecnológica, para un coche desarrollado en los ochenta, era sencillamente espectacular.
Contaba con un bus de datos para la centralita multiplexado, ajuste eléctrico para la columna de la dirección con memoria, retrovisor interior antideslumbrante y cierre centralizado con mando a distancia.
Como ya decíamos anteriormente, BMW llegaría a desarrollar un BMW Serie 8 de altos vuelos, que aunque jamás recibió esa denominación, bien podría haber sido un BMW M8. Se trataba de un BMW Serie 8 equipado con una versión mejorada del motor V12 que alcanzó los 550 CV de potencia. Pero aquel modelo, que no pasó de prototipo, jamás llegaría a producirse en serie.
Como no podía ser menos, el BMW Serie 8 también sirvió de lienzo para la interpretación artística de David Hockney, en la serie de los famosos BMW Art Car.
Sin duda alguna, el BMW Serie 8 seguirá siendo, por muchos años, uno de los mejores ejemplos de hasta dónde puede llegar BMW cuando se propone crear un coche de lujo y altamente tecnológico. Ahora bien, nosotros seguiremos haciéndonos la misma pregunta, y ahora más que el BMW Serie 6 Coupé ha cesado su fabricación. ¿Estará a la altura de su predecesor el nuevo BMW Serie 8?