La nueva generación del BMW Serie 8 está dando mucho de qué hablar. El regreso de la mítica denominación nos ha dejado con un nuevo GT que tiene la difícil tarea de demostrar si es un Serie 6 con pretensiones o un digno sucesor del Serie 8 original. El debate entre los aficionados no podría ser más interesante, motivo por el que hoy analizamos el nuevo BMW Serie 8 para intentar descubrir si realmente será capaz de conseguir tan difícil objetivo.
BMW Serie 8
Ocupando el hueco del Serie 6
Si partimos de que el BMW Serie 6 Coupé fue cesado poco antes de ser lanzado el BMW Serie 8 Coupé, lo que está claro es que está muy difícil que volvamos a ver en el mercado un Serie 6 Coupé. La gama 6 de BMW mantiene hoy la carrocería Serie 6 GT y Serie 6 Gran Coupé, pero los planes de la marca hablan abiertamente de un Serie 8 Coupé, un Serie 8 Cabrio y un Serie 8 Gran Coupé. Una gama de tres carrocerías que deja sin espacio una hipotética renovación de la gama 6 que ya está al final de su vida comercial.
El movimiento de BMW ha buscado subir un peldaño en exclusividad y precio su gama más aspiracional, un plan muy lógico dado la capacidad del fabricante para posicionar este nuevo Serie 8 como un coche capaz de cubrir el mercado disponible del Serie 4 en adelante. Audi, por el momento cierra la puerta a una gama de coupés y cabrios por encima del Audi A5, mientras que Mercedes defiende el planteamiento opuesto contando con nada menos que 3 gamas diferentes derivadas de sus berlinas C, E y S. En Munich han optado por una solución intermedia que les permite abarcar más mercado sin disparar los costes, ganando en imagen a través de un cambio de denominación, pero sin reposicionar del todo al nuevo modelo pues a efectos prácticos tendrá que ejercer el papel de Serie 6 en sus versiones más “básicas” y de Serie 8 en su versiones más lujosas y prestacionales. Aquí debemos recordar que el Serie 8 aún no ha mostrado todas sus cartas, pues apunta alto de la mano del BMW M8.
Tecnológicamente avanzado, pero no vanguardista
El lanzamiento del BMW Serie 8 de primera generación (E31) en 1989 fue un punto de inflexión en la marca, pues lo que a priori parecía ser un relevo para el Serie 6 de la época, en realidad fue una apuesta por un concepto muy diferente. BMW creaba su primer gran GT con motores V8 y V12 como estandartes, con un diseño bastante rompedor (fue el primer BMW en ser diseñado completamente por ordenador) y con un despliegue tecnológico que lo colocaban como referente de la categoría. Nos encontrábamos con el primer coche de calle que combinaba un V12 con un cambio manual de 6 relaciones, esquema que añadía otras novedades como el uso de un acelerador completamente electrónico, una amortiguación controlada o un diferencial controlado electronicamente. Aquel Serie 8 buscó ofrecer un coche único en el mercado por lo avanzado de su planteamiento, y vaya si lo consiguió.
Con la llegada del nuevo Serie 8 se ha pretendido recuperar esa idea de ruptura que marcó la primera generación, aunque desafortunadamente el resultado no ha sido el mismo y es este el punto que más lastra al nuevo Serie 8 para convencer como digno sucesor del original. BMW ha creado un coche avanzado, pero no tanto como para distanciarse de sus rivales, alternativas que incluso son capaces de ofrecer soluciones tanto, o incluso más innovadoras que las del Serie 8 como es el control de inclinación de la carrocería en curva del Clase S Coupé, el cambio de doble embrague y 8 relaciones del Continental GT o la tracción total deportiva 4RMevo del GTC4Lusso. Los fabricantes se han esforzado en dotar de lo último a sus grandes coupés, hecho que los convierte en auténticos escaparates rodantes y que impide al Serie 8 destacar frente a ellos.
Sin motor V12, pero sí con motor diésel
No, el nuevo Serie 8 no ofrecerá un flamante motor de doce cilindros bajo su capó delantero. ¿Es realmente necesario un V12 en un GT de estas características? Depende, pues el grueso de sus rivales lo ofrecen más por imagen que por necesidad, pues con las ventas y prestaciones en la mano, los V8 turboalimentados han conseguido colocarse peligrosamente cerca de los doce cilindros. Tanto es así que son muchos los fabricantes que ponen fecha de caducidad a los doce cilindros, aunque todavía hoy pocos se atreven a descartarlos.
De este modo nos encontramos como los doce cilindros son obligados en las gamas de sus rivales: Mercedes Clase S, Aston Martin DB11, Bentley Continental GT e incluso Ferrari GTC4Lusso. Esto supone un claro hándicap en el Serie 8 por simple cuestión de imagen, más aún teniendo en cuenta que BMW sí que ofrece motores V12 en otros modelos del grupo como es el caso del BMW Serie 7 o la gama Rolls-Royce. En BMW defienden la ausencia del V12 por las posibilidades que brinda el V8 puesto a punto por M y por las consecuencias negativas en peso que supone hacer uso de un doce cilindros. Excusa o no, lo cierto es que los doce cilindros siguen siendo una muestra de poderío e imagen, aunque poco más.
Y aunque no habrá V12, el BMW Serie 8 sí que ofrecerá un motor diésel de 320 CV, una decisión peculiar dado el momento actual que vive el gasóleo y la nula presencia de este tipo de motorizaciones entre los grandes GT de lujo. Hablamos sin duda de una apuesta cuanto menos arriesgada, especialmente si añadimos la futura presencia de motores gasolina de 6 cilindros en línea que sirvan como alternativa de acceso a la gama.
¿Serie 8 o Serie 6? La pregunta del millón
¿Que habría pasado si el nuevo BMW Serie 8 hubiese sido presentado como un nuevo Serie 6? Nada. El público habría seguido comprando este concepto del mismo modo. Pero en BMW han querido aspirar a más, apostando por un nuevo objetivo que se consigue a través de un cambio de enfoque y el uso de la denominación Serie 8, un nombre que añade un extra de caché e historia que el Serie 6 no podía ofrecer. Guste o no, a efectos prácticos nos encontramos con un Serie 8 que hará valer su bautismo para nadar entre dos aguas, un único coche que en el mercado es tan buen rival para un Mercedes Clase E Coupé como lo es para un Mercedes Clase S Coupé, pero que al mismo tiempo se las promete como rival de los GT con motor V8 de Aston, Bentley y Ferrari. ¿Lo conseguirá? El debate está servido.
¿Y tú, piensas que estamos ante el digno sucesor del Serie 8?