Los BMW X5 de primera generación son – al igual que todos los SUV premium coetáneos – reyes de la depreciación. Son coches cuyo valor actualmente es de una décima parte su coste cuando eran nuevos, e incluso menos si la unidad en cuestión tiene muchos kilómetros o necesita de mantenimientos caros. Algunos individuos avispados están aprovechando esta depreciación para modificarlos hasta la médula con el off-road u otros usos en mente. El BMW X5 de este artículo iba directo al desguace, tras haber sido vandalizado. Así que nuestros amigos de AcademeG decidieron «reciclarlo» a su manera.
El coche posiblemente tenía una situación irregular a nivel de papeles, o había estado implicado en problemas legales. Su pintura, cristales e interior estaban en un estado casi ruinoso. Parecía haber sufrido un intento de robo, con parte de su cableado expuesto. Así que en vez de gastarse una millonada en una restauración, tras la que no recuperarían su inversión, decidieron convertirlo en un todoterreno extremo. Pero a su manera, de forma prácticamente casera y sin invertir más que unas cuantas horas de trabajo. Bajo estas líneas podéis ver la intensa transformación que el coche ha sufrido.
BMW X5
Como habréis podido ver, la aproximación de los chicos de AcademeG al proyecto no fue muy ortodoxa. Nos queda claro en el momento en que las sierras eléctricas y los martillos son sus herramientas favoritas – o mejor, dicho, prácticamente las únicas herramientas usadas. Además de cortar el techo del coche y soldar sobre él una estructura antivuelco muy casera, han cortado parte de los pasos de rueda para que en ellos puedan entrar unas gigantescas llantas con neumáticos off-road. Uno de ellos la emprende a mazazos con el paso de rueda delantero para que pueda encajar mínimamente.
Aunque el coche no tiene mucho recorrido de suspensiones, sus ángulos de salida y ataque han mejorado, es bastante más ligero y tiene más tracción. Además, era una unidad equipada con el motor 4.4 V8. Parece defenderse bien en pozas, trialeras y otros obstáculos fuera del asfalto. O eso parece en el vídeo de locura que estos eslavos han grabado. Habría sido perfecto si lo hubieran regado todo con un poco de vodka y hardbass. Me pregunto si serán los sobrinos de nuestro amigo Dimitri, el que llena los viejos Lada de cemento o reemplaza los pistones de su motor por otros de madera.
Fuente: Jalopnik