A un lado del ring, con 2.445 kilos y 5,15 metros, el BMW X7 xDrive30d. Al otro lado del cuadrilátero, el nuevo Mercedes GLS 2020, con 2.505 kilos y 5,21 metros de largo en su versión 400 d. Ambos superan con holgura los 100.000 euros. Estos dos enormes todocaminos de lujo son los buques insignia de BMW y Mercedes en el disputado segmento premium. Antes de que pasen por nuestro circuito todoterreno, vamos a compararlos en su terreno de juegos favorito: el día a día. ¿Cuál será el ganador de esta comparativa de pesos pesados? ¿Cuál es el mejor SUV de lujo del momento?
No queremos estropearos la sorpresa, así que os conminamos a que veáis el vídeo que hay insertado en este artículo. Con todo, vamos a explicar los puntos que se han tratado en esta comparativa, y qué vehículo ha sido el ganador en todos los «rounds» de este combate. En primer lugar hemos hablado de calidades y ajustes, un punto en el que ambos vehículos rayan a un altísimo nivel. Sin embargo, en el Mercedes es posible encontrar algunos plásticos duros y algunos ajustes de la consola central no son perfectos.
Mercedes-Benz GLS
Galería de fotos del BMW X7 2020
Tenemos que ser quisquillosos, ya que estos dos SUV son verdaderos buques insignia y tienen precios que rozan los 100.000 euros en su configuración de serie. En cuanto a la habitabilidad, el BMW X7 equipaba una segunda fila de asientos individuales, extra que el Mercedes GLS podría equipar – pero la unidad de pruebas no los montaba. El espacio en la segunda fila de estos SUV de hasta siete plazas es enorme en ambos coches. Los viajes largos se pasarán en un suspiro, con amenidades como asientos ventilados y calefactados, con programas de masaje e incluso equipos individuales de infotainment.
El acceso a la tercera fila es donde hay diferencias entre ambos colosos. En el caso del BMW X7 el acceso es más rápido y el espacio para un adulto es mayor. Además, el panel trasero está mucho mejor rematado. En el caso del Mercedes GLS, el plegado eléctrico de los asientos es mucho más lento y menos intuitivo, y el espacio en estas plazas es peor. A cambio, el Mercedes GLS tiene un maletero de 355 litros con las tres filas desplegadas, y 890 litros en configuración de dos filas. El BMW X7 se tiene tiene que conformar, con 325 litros y poco más de 700 litros, respectivamente.
En el plano tecnológico el ganador es el Mercedes GLS. No solo su instrumentación digital tiene muchas más posibilidades de configuración, si no que su sistema de infotainment es más moderno y capaz, con un asistente por voz de los más refinados del momento. Aunque el BMW tiene control gestual y es un coche muy avanzado, no lo es tanto como el Mercedes. Dinámicamente, ambos cuentan con configuraciones mecánicas similares: tracción total inteligente y motores diésel de seis cilindros en línea y tres litros de cubicaje. Estos motores son los que más sentido tienen, por empuje, agrado y consumos.
Aunque el Mercedes tiene 330 CV frente a los 265 CV del BMW X7, en la práctica las diferencias son poco palpables. Lo que sí es palpable es el tacto de conducción algo más directo del BMW X7, su dirección más comunicativa y su eje trasero directriz. El aislamiento del pasaje y el silencio de rodadura es máximo en ambos coches, pero la experiencia de conducción en el Mercedes es aún más blanda, distanciada de la carretera y bamboleante – en el mejor de los sentidos. En cómputo global, el BMW X7 se ha impuesto al Mercedes GLS en más pruebas, y es el ganador de esta comparativa.
Pero el Mercedes GLS aún tiene una oportunidad de reválida en nuestro circuito 4×4, algo que pronto veréis. Con todo, una última reflexión antes de cerrar la prueba. Ambos coches son grandísimos vehículos de lujo, pero son coches fuera de lugar en el mercado europeo. Son demasiado grandes, demasiado caros y demasiado gastones. Sus hermanos pequeños, los BMW X5 y Mercedes GLE, hacen igual de bien lo que realmente importa, con dimensiones, precios y filosofías más aptas para el mercado europeo.
Galería de fotos del Mercedes GLS 2020