Si estás en el proceso de compra de un SUV compacto o un crossover compacto lo normal es que te sientas apabullado. O apabullada. Prácticamente todos los fabricantes generalistas cuentan con una o varias alternativas en su gama. Además, existen casos como el de los SEAT Ateca y Skoda Karoq, coches aparentemente idénticos entre los que muchos compradores pueden dudar. En esta comparativa – disponible en vídeo en nuestro canal de YouTube – enfrentamos a los dos SUV del Grupo Volkswagen, equipados con el mismo 2.0 TDI de 150 CV, tracción delantera y cambio manual. Y además de demostraros que son mucho más diferentes de lo que a priori parecen, os quedará claro cuál es mejor compra.
Dos SUV separados al nacer
El Skoda Karoq y el SEAT Ateca comparten mucho más de lo que parece. Ambos coches están construidos sobre la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, y ambos son fabricados en las instalaciones de Skoda en Kvasiny, en la República Checa. Ambos son SUV compactos, comparten todas sus motorizaciones e incluso la estampación de casi todos los paneles de su carrocería. Sus medidas exteriores son prácticamente idénticas, con un tamaño de 4,36 metros en el caso del SEAT Ateca y 4,38 metros en el Skoda Karoq, atribuible exclusivamente al diseño de sus paragolpes. Sin embargo, presentan ciertas diferencias a nivel de diseño.
Skoda Karoq
El SEAT Ateca probado es una versión FR de diseño más dinámico. Lleva unos paragolpes específicos con detalles plateados, unas ópticas afiladas, llantas opcionales de 19 pulgadas y un llamativo color Rojo Velvet opcional. En la parte trasera tiene dos colas de escape, completamente reales. Aunque fuera un SEAT Ateca con otro acabado, sería un coche de diseño más pasional que el Skoda Karoq, una unidad Style de aspecto mucho más sobrio y sensato. El Skoda Karoq tiene una calandra de mayor tamaño, pero al integrar los antiniebla junto a las ópticas principales, tiene una mirada más discreta. La unidad probada estaba pintada en un Azul Lava metalizado y llevaba unas llantas de serie, de 18 pulgadas de diámetro.
Su paragolpes trasero carece de floritura alguna y sus pilotos traseros son más discretos que el SEAT. No obstante, en un futuro podría envejecer mejor que el español, cuyo diseño está más en línea con la cresta de la ola del segmento. Hasta este momento, podemos afirmar que el diseño de estos coches es cuestión de gustos – pese a que un servidor prefiera el diseño más personal del SEAT Ateca – y que comparten toda su estructura mecánica y técnica. Las diferencias son mucho más patentes en cuanto abrimos la puerta y nos sentamos en el asiento del conductor.
Interior: el Skoda Karoq es más práctico, pero más aburrido
Me siento en el puesto del conductor del Skoda Karoq y me recibe un interior con una combinación de colores beige y negra. Personalmente creo que no es la más óptima para un uso diario, ya que se ensucia fácilmente. Dicho sea esto, el salpicadero tiene un diseño diáfano y rectilíneo, con una consola central de aspecto muy racional, coronada por un sistema de infotainment Columbus, de 9,2 pulgadas y plena compatibilidad Apple CarPlay/Android Auto. Un sistema con una pantalla en alta resolución y movimientos realmente fluidos. Las calidades y ajustes son excelentes, con plásticos blandos muy bien rematados, y plásticos duros en zonas menos visibles. Solo un pero: el tirador de las puertas delanteras emite algún que otro crujido.
Entre los asientos encuentro un módulo extraíble donde puedo dejar mis llaves o un par de bebidas. O incluso un pequeño bolso si lo desmonto. En la puerta del copiloto puede montarse una pequeña papelera, y soportes para móviles o tabletas en el respaldo de los asientos delanteros – ideales para mantener a raya a niños revolucionados. Su ergonomía es prácticamente perfecta, y es un coche realmente amplio en todas sus cotas. Lo mismo ocurre con las plazas traseras, amplísimas a nivel de cabeza y rodillas, pese a ser más aptas para cuatro que para cinco pasajeros. Además, el acceso a las mismas es sencillo, los asientos traseros son calefactables y disfrutamos de un enchufe convencional de 220 voltios.
El SEAT Ateca será idéntico, ¿verdad? La respuesta es un no rotundo. El salpicadero está más orientado al conductor y nos sumerge más en la conducción, pero perdemos parte de la sensación diáfana que tenemos a bordo del Skoda Karoq. Pienso que los acabados son marginalmente mejores, con una construcción ligeramente más sólida, pero son apreciaciones realmente sutiles. El equipo de infotainment tiene 8 pulgadas como máximo, no llega a las 9,2″ del Skoda. Si bien no hay diferencias a nivel de habitabilidad o espacio trasero, no tenemos las pequeñas soluciones Simply Clever que sí tenemos en el Skoda – y que una familia con niños valorará encarecidamente. Ahora bien, la principal diferencia entre ambos coches la marcan los asientos traseros opcionales que el Skoda Karoq puede montar.
Estos asientos, un extra de 325 euros llamados asientos VarioFlex, son un prodigio de la modularidad. La banqueta trasera pasa a estar dividida en tres, y se pueden desplazar longitudinalmente hasta 15 cm. Además, se pueden sacar del coche o extraer el asiento central. Pero sin duda, son muy valiosos para aquellos con hijos pequeños, ya que permiten que el maletero crezca de los 490 litros a unos monstruosos 580 litros con los asientos en su posición más adelantado. Estos casi 100 litros adicionales nos permiten cargar varios carritos y todo nuestro equipaje de forma más holgada. El SEAT Ateca tiene un maletero de 510 litros, o lo tomas o lo dejas. Nuestro Skoda Karoq de pruebas no equipaba estos asientos, dicho sea de paso.
En cuanto a ambos maleteros, tienen formas idénticas, muy regulares y con una boca de carga a unos idénticos 67 cm de altura al suelo. Sin embargo, en el caso del Skoda podemos equipar una serie de extras que nos facilitan un poco más la vida. Por ejemplo, unos divisores de plástico y velcro, que nos permiten separar la carga, o fijarla si llevamos pocas cosas a bordo. Otro detalle impecable, opcional, es que la luz del maletero del Skoda se puede convertir en una linterna, que además podemos fijar a superficies metálicas, al tener un pequeño imán – cuesta 35 euros. Tampoco tenemos una barra con ganchos móviles en el SEAT Ateca. Ambos coches probados cuentan con una rueda de repuesto tipo galleta, pero solo es de serie en el caso del Skoda.
Al volante de los dos SUV: el Ateca es la alternativa dinámica
Ambos coches equipan un motor 2.0 TDI de 150 CV, un turbodiésel que desarrolla 340 Nm de par motor, enviados al tren delantero a través de un cambio manual de seis relaciones. En ambos coches el consumo medio es de 4,7 l/100 km (NEDC) y sus prestaciones casi idénticas: hacen el 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y superan los 200 km/h de velocidad punta. El aislamiento acústico de ambos SUV es impecable, pero en el caso del Skoda, la absorción de los baches y la comodidad de la suspensión es superior. A cambio, tiene un paso por curva menos plano y menos deportivo. Algo que en un todocamino orientado a largos viajes y el confort a bordo no es algo negativo, es algo realmente positivo.
El SEAT Ateca tiene una puesta a punto bastante más dinámica. El tacto de la caja de cambios y la dirección son algo más directos – diferencias muy sutiles, hablamos de coches construidos con el mismo “hardware” – y su suspensión es más firme. Permite un mayor paso por curva y no penaliza al pasaje, a no ser que circulemos por carreteras muy bacheadas. Es un coche donde nos sentimos mucho más conectados con la conducción, con un comportamiento impecable que nos recuerda mucho al de un compacto, salvando ciertas inercias derivadas de un peso superior. Aunque es un acabado FR, tiene el mismo tarado de suspensiones que otros SEAT Ateca, sólo varía la altura de la suspensión, reducida en torno a un centímetro.
¿Con cuál deberías quedarte?
A igualdad de precios, versión y equipamiento, la diferencia de precio entre ambos coches es de apenas cientos de euros. Por tanto, estamos hablando de una elección basada en nuestras preferencias, o más bien, lo que pretendamos hacer con el coche. El Skoda Karoq es un mejor coche familiar, en el sentido de que es más práctico y cómodo que el SEAT Ateca. El SUV español tiene un comportamiento más ágil y divertido, pero no mima a los pasajeros de la misma manera y tiene menos soluciones prácticas. Sigue siendo una compra muy sensata y es un coche práctico, pero no llega al nivel del Skoda. Si lo que valoras son las cualidades dinámicas y quieres un SUV que se comporte como un compacto, el SEAT Ateca es una excelente compra.
Si quieres conocer todos los precios y ofertas del SEAT Ateca y Skoda Karoq, los tienes en Qué Coche Me Compro, al igual que una completa guía de compra de SUV compactos.