Una de las innovaciones más importantes de Volvo en los lanzamientos de los Volvo S90, Volvo XC90 y Volvo XC60 ha sido el sistema PowerPulse de sus motores diésel. Volvo ha estructurado toda su gama de motores en torno a un único bloque de 4 cilindros turboalimentado, motor con el que pretende competir incluso con propulsores de mayor empaque como los V6 y L6 de la competencia. El uso del sistema PowerPulse es según Volvo la clave para conseguirlo, y hoy te traemos la prueba definitiva sobre si la tecnología PowerPulse realmente funciona o es sólo una herramienta de marketing
El sistema PowerPulse es una de las tecnologías más prometedoras para los motores sobrealimentados. Esta tecnología se basa en el empleo de un sistema de inyección de aire comprimido sobre la turbina de escape del turbocompresor para conseguir reducir al mínimo la respuesta del turbo. El sistema está compuesto por un depósito de 10 litros de aire comprimido a 12 bares que, en bajas revoluciones del propulsor y ante demandas de potencia, inyecta el aire comprimido sobre la turbina de escape para aumentar su giro de forma muy rápida. Con ello la respuesta de la sobrealimentación es casi instántanea y el propulsor D5 de 235 CV y 480 Nm puede codearse con motores de mayor cilindrada y potencia en aceleración y recuperaciones. En sólo 0,3 segundos la turbina pasa de 30.000 rpm a 150.000 rpm.
Volvo XC90
Volvo defiende el uso del sistema PowerPulse en tanto a su menor peso (10 Kg) en total y su menor coste frente al revolucionario compresor eléctrico usado por Audi en el motor 4.0 V8 TDI de 435 CV del Audi SQ7. El sistema PowerPulse se usa por el momento sólo en las versiones D5 de sus propulsores diésel, siendo un sistema que se adapta al propulsor D5 que guarda grandes semejanzas con el motor D4 cuya potencia se reduce a 190 CV.
Aunque Volvo ha ofrecido muchos detalles sobre el sistema PowerPulse y sus bondades, lo cierto es que es un sistema que necesita de ser probado en persona para conseguir descubrir si realmente funciona. En el vídeo que acompaña este post han decidido probar el PowerPulse en un Volvo XC60 D5, empleando además un segundo Volvo XC60 con el motor D4 (190 CV y sin PowerPulse) para ejemplificar las diferencias.