Tranquilos, no estamos hablando del final del recién lanzado Citroën Ami. Porque técnicamente, el Ami no es un coche, es un cuadriciclo ligero y es matriculado como tal. Por tanto, el coche más pequeño de Citroën es el Citroën C1. O era. La marca francesa ha anunciado hace unos días el adiós definitivo de su coche urbano, que llevaba fabricando de forma ininterrumpida desde el año 2005. Esta es la crónica de una muerte anunciada: Toyota adquirió la fábrica de Kolin en la República Checa hace ya meses para producir en exclusiva los Toyota Aygo X Cross.
Sin embargo, no han sido el Toyota Aygo X Cross ni Toyota los culpables de la muerte del Citroën C1. Como diría cierto político, «es el mercado, amigo». El segmento de los coches urbanos no solo ha tenido que sufrir el envite de los SUV, si no los de normativas anticontaminación y de seguridad que han encarecido su fabricación de forma muy considerable. De hecho, hasta el punto de convertirlos en vehículos económicamente inviables e imposibles de vender a su público objetivo. En menor medida, los utilitarios convencionales tienen el mismo problema.
Citroën C1
Algunos fabricantes han optado por añadirles más valor y venderlos a un precio superior, pero Citroën ha optado por retirarse del segmento, igual que ha hecho también el Grupo Volkswagen y Peugeot. La historia de los Citroën C1 está íntimamente ligada a la del Peugeot 108, y también a la del Toyota Aygo. Los tres coches fueron un desarrollo conjunto, llevado a cabo por Toyota y el Grupo PSA desde hace casi dos décadas. Fueron coches diseñados con el mercado europeo en mente, y durante unos años, gozaron de una gran popularidad comercial.
Incluso se desarrolló una mecánica de 1,0 litros y tres cilindros a medida de este trío: una mecánica de hasta 72 CV, premiada en muchos certámenes del Motor Internacional del Año. Una mecánica cuya evolución sigue propulsando al nuevo Toyota Aygo X Cross. La segunda generación de los Citroën C1 llegó en el año 2014, y con ella llegó una versión Airscape de techo de lona retráctil, lo más cercano a un urbano descapotable que era posible adquirir por aquél entonces.
Desde aquella actualización, el Citroën C1 se ha ido manteniendo al día a nivel de equipamiento e infoentretenimiento, pero ha ido languideciendo a nivel comercial de forma irremediable, al igual que sus compañeros franceses y japoneses. Citroën no ha dado una despedida silenciosa al C1, si no que lo considera una situación de «relevo».
De hecho, admiten que aunque el Citroën C1 se ha ido, los consumidores pueden encontrar en el Citroën Ami un coche práctico y pintón que satisface los retos de la movilidad urbana, mientras que en el Citroën C3 pueden encontrar un coche de posicionamiento similar al C1, pero con mayor funcionalidad y prestaciones, sin que su precio se dispare.
Fotos del Citroën C1