Es oficial, los coches chinos ya están aquí. Y por esta razón es por lo que os traemos esta interesante comparativa entre el DFSK 580 y el Volkswagen Tiguan Allspace, dos coches que militan en una de las categorías de mayor demanda del mercado, con recetas muy similares en muchos sentidos, pero con resultados y características muy diferentes. Ya sabemos que lo barato puede salir caro en muchas ocasiones pero… ¿compensa comprarse un mucho más barato coche chino?
A lo largo de este análisis en vídeo donde hemos profundizado en cada detalle de ambos coches os contamos las bondades, y no tan bondades, que hemos descubierto al sacar la lupa. El objetivo principal de esta prueba es descubrir qué se esconde detrás de la gran diferencia de precio que existe entre ambos SUV familiares, y es que además de intangibles como la imagen de marca, existen factores determinantes como el diseño, el equipamiento o el sistema de propulsión.
DFSK 580
El DFSK 580, al igual que el Volkswagen Tiguan Allspace, es un coche dirigido a todos aquellos que buscan un vehículo familiar a partir de una carrocería SUV. Es más, en ambos casos nos encontramos con 7 plazas, lo cual nos permite cobijar grandes familias o contar con un extra de espacio en el maletero. Y si lo que estamos buscando es un coche capaz de cumplir con esas condiciones de máximo espacio y hasta 7 plazas por el menor precio posible, indudablemente el DFSK 580 es un gran opción de compra, pues no hay un SUV más barato capaz de cumplir para tal propósito.
Sin embargo, cuando el dinero no es el factor de compra de mayor peso, es entonces cuando comenzamos a descubrir que hay características por las que quizá estamos dispuestos a pagar más, y ahora sí que hablamos de características palpables y medibles como son la calidad de construcción, el equipamiento disponible o el funcionamiento de su planta propulsora. Sin que el Volkswagen Tiguan Allspace sea el mejor de su clase en cuanto a materiales y calidad de construcción, sí que se postula como una de las referencias entre los fabricantes generalistas, haciendo notar fácilmente esa diferencia entre materiales y ajustes con respecto al modelo de DFSK, de hecho es en movimiento cuando más y mejor se detecta esa menor calidad con la aparición de ciertos ruidos. Ello no quita para que el SUV chino haga gala de una terminación correcta en la mayoría de paneles, siendo en la calidad de esos materiales empleados donde se hace más evidente la disparidad.
En términos de equipamiento es donde el ahorro más se hace notar, y es que en el DFSK 580 no encontramos un infoentretenimiento a la última, apostando por soluciones sencillas como es un cuadro de instrumentos de relojes analógicos junto a una pequeña pantalla LCD monocromo. En el caso del sistema multimedia sí que tenemos una pantalla táctil de 9″ u 11″, pero la experiencia está muy por detrás de lo que podemos encontrar en sus rivales. La experiencia final en el DFSK es buena a nivel de información, pero resulta muy pobre en personalización, posibilidades y funcionalidad. Abordando otros apartados, lo que nos encontramos es que en términos de equipamiento de seguridad y asistencias a la conducción nos encontramos esa misma escasez, teniendo como puntos más destacados del DFSK un control de crucero convencional y la instalación de 4 airbags, lo cual queda bastante por detrás de la oferta del Tiguan o de la inmensa mayoría de sus rivales.
Culminamos esta prueba abordando el apartado técnico, para mí el punto donde el DFSK 580 menos convence. El DFSK 580 es un coche bastante cómodo, con un comportamiento acorde a lo que se espera de un SUV familiar donde las reacciones son predecibles. Su aislamiento está por debajo de lo que ofrece el Tiguan, pero aún así sigue siendo bueno, lo cual redunda en un confort notable. Ni por dirección, ni por suspensión, el DFSK invita a una conducción deportiva, si bien es capaz de ofrecer cierto nivel de agilidad a costa de un mayor balanceo de la carrocería. Sin embargo, cuando llegamos al propulsor y su transmisión es cuando encontramos el mayor hándicap de este modelo, especialmente en comparación con lo que ofrece el Volkswagen Tiguan que es posiblemente su aspecto más conseguido gracias al buen funcionamiento del 1.5 TSI de 150 CV y el aún mejor trabajo del cambio DSG de 7 relaciones.
El DFSK 580 está impulsado por un motor gasolina 1.5 Turbo de 146 CV y 210 Nm que mueve las ruedas delanteras a través de un cambio CVT. En conducción relajada el motor mueve bien el conjunto, sin embargo su respuesta es lenta, su ruido al acelerar es alto y el consumo de combustible es elevado. El cambio CVT lastra la experiencia con un funcionamiento lento, obligando a adelantarse a su tardía respuesta para poder realizar adelantamientos con seguridad. Si aceleramos con decisión para exprimir la potencia del propulsor, lo único que conseguimos es una subida de revoluciones considerable, pero una aceleración tenue. A ello sumamos un consumo alto, culpa en parte de la forma a la que nos obliga a trabajar el cambio, siendo habitual movernos en 10 l/100 Km. Como contrapunto, este motor puede adquirirse con una adaptación a GLP (1.800 € extra) que nos permite ahorrar en el coste por kilómetro, lo cual considero bastante recomendable.
En definitiva, el DFSK 580 es un producto correcto que tiene como principal reclamo un precio ajustado y un gran espacio interior en sus 7 plazas. Si esas son nuestras máximas a la hora de comprar, sin duda estamos ante un coche que puede encajarnos, sin embargo no podemos pasar por alto que aspectos como el equipamiento en materia de infoentretenimiento, seguridad y asistencias a la conducción está bastante por debajo de lo que ofrecen sus rivales. Si bien el Tiguan Allspace se posiciona como un referente cuyo precio no baja de los 40.000 euros, en la horquilla de los 30.000 o 35.000 euros también podemos encontrar opciones muy interesantes como el Mitsubishi Outlander, el Peugeot 5008 o el Skoda Kodiaq, coches que seguirán siendo más caros que el SUV de DFSK, pero que ofrecen una mejora importante en donde el SUV chino cojea.