El futuro de Hyundai Motor Group, y por lo tanto el de las marcas Hyundai, Kia y Genesis, es el coche eléctrico. Pero puede que ese futuro no esté tan lejos como parece, pues el fabricante coreano ya ha desmantelado su pirncipal división dedicada al desarrollo de motores de combustión interna. Esto quiere decir que no habrá más nuevos motores diésel o gasolina, sino que los actuales sobrevivirán todo cuanto sea posible adaptándose a las nuevas regulaciones, desapareciendo del mercado a medida que los eléctricos ganen cada vez más peso en las ventas.
Según el diario Business Korea, el grupo Hyundai Motor Group ha decidido desmantelar la división de motores de combustión interna en su centro principal de I+D de Namyang. El objetivo de este movimiento es paralizar toda actividad actual en evolución de motores diésel o gasolina, reenfocando esta área para dedicarla a partir de ahora única y exclusivamente al desarrollo de coches eléctricos.
Hyundai IONIQ 5
Este movimiento tampoco debería de extrañarnos demasiado ya que en estos momentos ya son varios los fabricantes que han paralizado sus inversiones en motores de dombustión interna: Volvo, Daimler, Audi… todos estos fabricantes han tomado estas decisiones bajo las mismas premisas, y es centrar esfuerzos e inversiones en sus planes de electrificación, conservando un mínimo de recursos para la evolución de las mecánicas actuales en pos de soportar el proceso de transición hacia el coche totalmente eléctrico.
Hyundai tiene grandes planes de electrificación para sus 3 marcas, planes que han comenzando con el lanzamiento de la plataforma E-GMP y los coches Ioniq 5, Kia EV6 o Genesis GV60. Pero esto es solo el principio obviamente, y teniendo en cuenta los objetivos previsto para 2025-2030 donde la totalidad de las gamas serán eléctricas, Hyundai Motor Group parece haber dado el salto definitivo hacia ese futuro donde no hay rastro de propulsores térmicos.
Las prioridades de Hyundai desde este mismo instante, como ya sucede con el resto de fabricantes de coches, pasan por conseguir reducir los costes de fabricación de los coches eléctricos, mejorar la densidad energética de las baterías y crear nuevas fórmulas de movilidad capaces de adaptarse a las nuevas ciudades. La única gran duda sobre el futuro del grupo se sitúa en su programa de hidrógeno, un proyecto donde Hyundai ha apostado fuerte por hacer de la pila de combustible de hidrógeno una alternativa real al eléctrico a baterías.
Las dudas sobre esta tecnología en el mercado de turismos van a más en las últimas semanas, y aunque son muchos los proyectos en marcha para solventar las carencias que aún posee esta tecnología de propulsión (infraestructura de repostaje y precio de compra), lo cierto es que solo Hyundai y Toyota cuentan por ahora con planes realmente ambiciosos para llevar el hidrógeno a las calles en masa.
