Al Mazda MX-5 actual aún le queda cuerda para rato. Esta es la primera idea que debemos tener clara, pues Mazda pretende alargar la vida de esta cuarta generación del MX-5 hasta al menos 2024. Los motivos para hacerlo son varios, pero principalmente está el hecho de que Mazda no tiene ninguna prisa en lanzar una nueva generación, pues entre otras cosas, está trabajando en cómo conseguir que el MX-5 NE sea capaz de adaptarse a los nuevos límites de emisiones sin que ello suponga renunciar a ningún ingrediente de su receta.
Que Mazda acostumbra a nadar contracorriente es algo que a estas alturas no debría extrañar a nadie, y precisamente el nuevo Mazda CX-60 es un clarísimo ejemplo con el estreno de una nueva gama de propulsores con 6 cilindros en línea y hasta 3,3 litros de cubicaje.
Mazda MX-5
Por ello la renovación del Mazda MX-5 de cara a su quinta generación pretende desarrollarse bajo la misma filosofía. En primer lugar, Mazda ya ha confirmado que esta renovación no se producirá antes de 2024, lo que supondrá alargar la vida comercial del actual MX-5 hasta los 10 años teniendo en cuenta que fue presentado en 2014. Sin embargo la marca no ve un problema en esto, pues precisamente plantea esta etapa final como la última oportunidad para tener en el mercado un coche lo más purista posible, además de apostar por seguir actualizando el modelo hasta sus últimos días con la introducción de novedades como el Kinetic Posture Control y el lanzamiento de más series especiales.
Desarrollada de forma íntegra en Japón, la renovación del MX-5 plantea no pocos desafíos para Mazda. La repartición de costes que fue posible junto a FCA no se repetirá debido al escaso éxito de los Fiat 124 y Abart 124 Spider. Así, teniendo en cuenta que el nuevo MX-5 tendrá que seguir usando una plataforma específica y diferente a cualquier otro modelo de la gama, el fabricante japonés tendrá que hacer muy bien los deberes para conseguir mantener los costes a raya, pues además tendrá que adaptarse a las nuevas exigencias en materia de seguridad y emisiones.
Si bien por el momento Mazda no ha confirmado nada al respecto, todos los rumores, incluídas las informaciones que los propios responsables de la marca nos han transmitido directamente, apuntan a la llegada de motores híbridos ¿pero qué motores híbridos?. El doble reto en este sentido está en el compromiso en tanto a peso y espacio que supone cualquier grado de electrificación para un coche como el MX-5, de ahí que la solución más idónea pase por el uso de un sistema microhíbrido de segunda generación, una tecnología que permite una mayor asistencia sobre el motor gasolina para reducir consumo y emisiones, aunque sin interferir en exceso en el funcionamiento del propulsor térmico. Un adelanto de este potencial lo veremos en los nuevos e-Skyactiv G y D de 6 cilindros.