Cada vez son más los consumidores que dejan a un lado las compras físicas y se decantan por un proceso virtual en el que el reparto juega un papel fundamental: tanto es así que muchas opiniones de esos usuarios se fundamentan en lo que ocurre desde que su paquete sale del almacén hasta que llega a sus manos. Un reparto en la ciudad que se ha convertido en una aplicación realista (y económica) de vehículos eléctricos como la Citroën Berlingo.
Se trata de una aplicación realista porque cada vez más centros urbanos aplican restricciones medioambientales que impiden la circulación libre de ciertos vehículos: algo que se convertirá en obligatorio a partir de 2023 en todas las ciudades con 50.000 habitantes o más. En este contexto, contar con una flota electrificada elimina cualquier barrera y consigue que el proceso sea más eficiente y rápido. Y a esto hay que añadir otras ventajas: no se pierde capacidad de carga, el confort de marcha, la economía…
La misma capacidad de carga
Citroën Berlingo y ë-Berlingo
Si tomamos como ejemplo la Citroën ë-Berlingo, uno de los modelos más populares del segmento, nos encontraremos con el mismo volumen de carga y la misma versatilidad que en la versión térmica: lo tiene todo menos la capacidad de viajar… pero aquí estamos hablando del reparto en ciudad.
La versión industrial, que puede tener tres asientos delante, tiene una versión corta y una larga. El volumen útil es de hasta 4,4 metros cúbicos y es posible transportar objetos de hasta 3,09 metros de largo (talla M) o de hasta 3,44 (talla XL). Su carga útil llega a los 800 kilos y su capacidad de remolque es de hasta 750 kilos.
Confort de marcha
Los repartidores hacen del vehículo su segunda casa por la cantidad de horas que pasan en él: el confort de marcha y la comodidad son, por tanto, características a tener en cuenta.
Una furgoneta eléctrica, gracias a su par motor, presume tanto de una aceleración instantánea como de un comportamiento ágil: atributos fundamentales en la ciudad debido a la presencia de semáforos, congestiones de tráfico… A esto hay que añadir la reducción de la fatiga de conducción ya que no hay cambio de marchas y el vehículo es silencioso.
En el caso concreto de la Citroën ë-Berlingo tenemos dos tallas (M y XL) y dos acabados. El Control está equipado con faros de encendido automático, retrovisores calefactados, guantera Top Box, aire acondicionado, ayuda al arranque en pendiente y Citroën Connect Box. El Club, por su cuenta, suma faros antiniebla, control de crucero con limitador de velocidad, sensores de aparcamiento traseros y detección de la presión de los neumáticos.
El motor
El motor de una furgoneta eléctrica permite una libertad absoluta para acceder todos los rincones de la ciudad: cualquier profesional que no salga de este entorno tiene a su disposición un vehículo redondo, silencioso, eficiente, con etiqueta cero y, prácticamente, sin mantenimiento.
Hay que tener en cuenta que en el ejemplo que hemos tomado, la Citroën ë-Berlingo, contamos con un bloque eléctrico de 100 kW (136 CV) de potencia y un par máximo de 260 Nm. Cifras que varían, eso sí, en función del modo de conducción:
- Eco: 60 kW y 190 Nm
- Normal: 80 kW y 210 Nm
- Power: 100 kW y 260 Nm
La autonomía y la recarga
Con una independencia eléctrica de hasta 275 kilómetros proporcionados por su batería de 50 kWh, la autonomía deja de ser un problema. Tal y como recogen varios estudios, el 70% de vehículos de transporte de mercancías no supera los 120 kilómetros diarios y con una autonomía de 160 kilómetros ya tendríamos en nuestras manos un vehículo más rentable que su versión diésel.
A esto hay que sumar el ahorro económico que supone no depender de nuestro paso por una estación de servicio: con una buena planificación, la luz es más barata que cualquier carburante. Con un Wallbox de 11 kW son necesarias 5 horas para recuperar la capacidad de la Citroën ë-Berlingo: tiempo que ve a 7 horas 30 minutos con un enchufe normal. En los puntos públicos de 100 kW, por su parte, en 30 minutos es posible cargar la batería al 80%.
Comprar y mantener un vehículo eléctrico
Terminamos este análisis de la aplicación práctica que tienen los vehículos eléctricos en el reparto de mercancías haciendo números. La Citroën ë-Berlingo está disponible desde 21.770 euros con el Plan Moves III incluido aunque también se puede acceder a ella a través de un contrato de leasing: 60 meses con una cuota mensual de 139 euros sin IVA (168,19 euros con IVA), una entrada de 6124,01 euros sin IVA (7410,05 euros con IVA) y una última mensualidad de 3166,81 euros sin IVA (3831,84 euros con IVA).
A estas cifras tenemos que añadir las que proporciona PSA Financial Services Spain sobre el coste mensual de un Citroën ë-Berlingo frente a las versiones gasolina y diésel. Con una financiación a 48 meses, sin entrada y con el Plan Moves III (hasta 7.000 euros si entregamos un coche a cambio) tendremos una cuota mensual de 293 euros con el seguro y el mantenimiento incluidos. En el caso de las versiones térmicas esta cifra se va a los 336 euros. Sumamos, por último, el coste del combustible (140 euros en la versión PureTech o BlueHDi) y 15 euros para la eléctrica.
Calculadora en mano, la Citroën ë-Berlingo tiene un coste de 308 euros al mes frente a los 476 euros de la versión de gasolina o diésel. O lo que es lo mismo: 168 euros mensuales menos que se traduce en un ahorro del 35,3%.