Pensar en Michael Schumacher es pensar en Ferrari. Con los italianos ganó cinco de sus siete mundiales de Fórmula 1, pero su historia no se reduce al mudo de la competición. El piloto alemán siguió asesorado al equipo de carreras tras su (primera) retirada y también les ayudó en el desarrollo de algunos de sus modelos de calle como el Ferrari California, que ahora está a la venta.
Este Ferrari California fue el coche de diario de Michael Schumacher desde que lo compró en 2009 (año en el que dejó la Scuderia) hasta 2012. Su número de chasis es el 168913 y sólo ha recorrido 15.643 kilómetros: está en un excepcional estado de conservación y, a pesar de ello, lleva bastante tiempo a la venta en Boutsen Classic Cars.
La casa de subastas, propiedad del expiloto de F1 Thierry Boutsen que coincidió con Michael Schumacher a principios de los noventa en el mundo de la competición, sólo aceptará ofertas razonables que reflejen el pedigrí del Ferrari California. No obstante mantendrán estos movimientos fuera de los focos para preservar la confidencialidad del trato.
El toque de Schumacher
El Ferrari California de Michael Schumacher luce una carrocería teñida con el color plata Argento Nürburgring metalizado y franjas Grigio Gerro. Salpicado con elementos acabados en fibra de carbono, el piloto alemán personalizó el interior con una tapicería de cuero oscuro combinada con Alcantara y rematada con sus iniciales, que aparecen bordadas en blanco en los reposacabezas.
En todo lo demás es un California estándar, si es que esta palabra se puede aplicar a este modelo: llantas de 20 pulgadas con estilo diamante, el V8 de 4.3 litros y la transmisión automática de doble embrague de siete velocidades… de la que ahora os hablaremos.
Un par de particularidades
El Ferrari California no sólo rinde homenaje al Ferrari 250 GT California de los años cincuenta con su nombre, también recoge ciertos rasgos estéticos de aquel modelo legendario. Con más de 8.000 unidades matriculadas hasta 2012 ha sido uno de los modelos más vendidos de Maranello. Un deportivo que lanzaron para ampliar la línea de acceso a la marca italiana… y en cuyo desarrollo participó Michael Schumacher.
Hablamos de un 2+2 que se convirtió en el primer descapotable con techo duro fabricado por Ferrari: un modelo tan coupé como cabrio. Una solución sin precedentes para los italianos, que introdujeron otra importante novedad: la caja de cambios de doble embrague de siete velocidades que era la pareja de baile del primer motor de inyección directa de gasolina de la casa. Aquel bloque era un 4.3 de ocho cilindros capaz de desarrollar 460 caballos: prestaciones con las que alcanzaba los 310 km/h y pasaba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
Su relación con Michael Schumacher
El Ferrari California llegó al mercado en 2008 y, como decíamos antes, Michael Schumacher estuvo involucrado en su desarrollo desde el inicio del proyecto. Colaboró con los ingenieros, con los técnicos y también con los pilotos de prueba para afinar las cifras del deportivo italiano sobre el asfalto.
Para el piloto alemán, el Ferrari California era un coche diseñado para ser usado a diario y para poder viajar los fines de semana sin renunciar a las sensaciones y a la imagen que puede proporcionar cualquier modelo salido de las líneas de Maranello. Quizás, por eso, lo admiraba tanto y no pudo resistirse a elegirlo como su coche personal.