Los SUV descapotables no son, per se, una mala idea. Pero coches como el Range Rover Evoque Cabrio fueron verdaderos fracasos comerciales y el Volkswagen T-Roc Cabrio no es demasiado agraciado estéticamente. Además, pierden rigidez estructural y practicidad. Personalmente, me quedo con todoterrenos «cabrio», como el Mercedes Clase G Cabriolet o el Suzuki Vitara Cabriolet, cuya parte trasera se podía descapotar. El Fiat 500X Yatching parece tender un necesario puente entre ambos formatos, pero no es un descapotable al uso.
Se trata de una nueva versión de la familia Fiat 500X, cuyo techo es reemplazado por un techo plegable de lona. Este techo – similar al del Fiat 500C – está motorizado, y en apenas unos segundos, deja al descubierto el habitáculo. Es como si tuviéramos un gigantesco techo panorámico extraíble. El coche conserva el marco de sus puertas y todos sus pilares, al igual que el portón trasero. Por tanto, el coche no gana peso ni requiere refuerzos estructurales. Por contra, podríamos poner en tela de duda que se trate de un verdadero descapotable.
Fiat 500X
Fiat lo ha lanzado el 1 de julio, haciendo coincidir el lanzamiento con la apertura de las fronteras en la Unión Europea: tras la pandemia, el pasaporte sanitario llamado «Green Pass» permite circular libremente a aquellos que acrediten estar inmunizados ante el coronavirus. Y Fiat quiere que lo hagan en el 500X Yatching, que a su vez, rinde homenaje al mundo náutico, y concretamente, al Yatch Club Capri, uno de los clubes náuticos más prestigiosos de Italia. De hecho, su emblema lo podremos encontrar en los pilares del vehículo.
El color de la carrocería es exclusivo, y se llama Azul Venezia. Las llantas también están tintadas del mismo tono, y su diseño de 18 pulgadas es exclusivo de esta versión. La carrocería es profusa en cromados clásicos – las carcasas de los retrovisores o las molduras de las ventanas – y en su interior, encontramos una preciosa selección de materiales. De forma similar a los Fiat 500 inspirados en el fabricante de yates Riva, el salpicadero y el pomo del cambio son de madera natural de caoba, con un precioso acabado satinado.
Los asientos hacen contraste, con un tono blanco y detalles en color azul. Unas molduras en aluminio ponen el toque de refinamiento a un conjunto elegante y clásico. Qué pena que Fiat ya no venda el 124 Spider y no pueda aplicarle estas modificaciones de tanto gusto.
