Existe en Colorado (Estados Unidos) un taller especializado en preparaciones para el biplaza descapotable más vendido. Flyin’ Miata es famoso por transformar el Mazda MX-5 en un superdeportivo impulsado por un V8 de origen General Motors. Una conversión que ya es historia, aunque no nos habíamos dado cuenta.
La semana pasada, nuestro compañero Javi os contaba la historia de un Mazda MX-5 de 525 CV que estaba a la venta en Bring a Trailer: era una de las conversiones de Flyin’ Miata. Poco después, alguien pagó 99.787 dólares (96.136 euros) por él. Ahora, quizás, podría ser todavía más elevado porque se ha convertido en un ejemplar muy exclusivo.
Adiós a los V8 de Flyin’ Miata
Mazda MX-5
Ahora, Flyin’ Miata emitió el siguiente comunicado a principios de noviembre: “Tenemos un extenso historial de Miatas transformados y hemos producido algunos de los MX-5 más emocionantes para circular por las calles y carreteras de todo el mundo, pero hemos puesto fin a nuestro servicio de conversión de V8”.
La propia empresa estadounidense explicaba las razones: “Teniendo en cuenta que las regulaciones sobre las emisiones son cada vez más estrictas y hay grandes multas para las empresas que trabajan con dispositivos que alteran o desactivan las emisiones, hemos tomado esta difícil decisión”.
No obstante, Flyin’ Miata lleva un tiempo sin realizar estas conversiones. Keith Tanner, el propietario de la empresa, explicaba a Jalopnik que su taller dejó de producir el Mazda MX-5 equipado con un V8 “hace tres o cuatro años. Nadie se había dado cuenta hasta ahora”. A las razones dadas en el mensaje añadió otra más: había dejado de ser rentable. Teniendo en cuenta que Flyin’ Miata hace muchos más negocios con los motores de cuatro cilindros, es lógico restar esfuerzos a descubrir cómo podrían seguir haciendo legales sus V8.
Ver esta publicación en Instagram
El negocio continúa
Llevar las unidades del Mazda MX-5 hasta los ocho cilindros era sólo una parte del negocio de Flyin’ Miata. En lo que a mecánica se refiere, ahora se centrarán en los modelos modificados de cuatro cilindros y en los kits de turbo (entre otros) que, también, cosechan buenas críticas. Continuarán, al mismo tiempo, vendiendo piezas para mantener y actualizar cualquiera de las cuatro generaciones del biplaza japonés.
Si alguien quiere convertir su MX-5 en un deportivo V8, Flyin’ Miata recomienda una veterana empresa, V8 Roadsters, que tiene un largo historial en este tipo de conversiones. Ellos, por su parte, aspiran a seguir vinculados al coche que les da nombre “otros 39 años más” puesto que es la edad que acaban de cumplir.
Imágenes: Flyin’ Miata