Los SUV nos obligan una vez más a vestirnos de luto. Hace unos cuantos meses fue por la sentencia de muerte del Volkswagen Passat, ahora por el Citroën Grand C4 Spacetourer, el último monovolumen de la firma de los dos chevrones que ya tiene fecha de defunción. Y es que el Spacetourer, que a los ojos del amplio público y de Citroën ya no tiene cabida, pasará a mejor vida el próximo mes de junio. Así que si quieres hacerte con alguno de los últimos monovolúmenes del mercado has de darte prisa.
No os voy a mentir, pero me entristece profundamente que se estén cebando de manera tan descarada con este segmento. Los monovolúmenes han sido y serán mejor que casi cualquier SUV de 7 plazas, y que cada vez queden menos es otro inequívoco síntoma de que la fiebre está dando fuerte. Pero eso ya lo sabíamos, así que vamos a conocer los motivos de que Citroën decida matar al Grand C4 sin piedad y no gestar a un sustituto, o al menos no a su imagen y semejanza.
El Citroën Grand C4 Spacetourer, la última víctima de los SUV
Citroën C4 SpaceTourer
Fue en el año 2018 cuando el Spacetourer hacía acto de presencia recogiendo el legado del mítico Evasion, pero cuatro años después ni este ni lo que toda la estirpe de monovolúmenes de la firma gala ha supuesto tiene sentido. El futuro no pintaba precisamente agradable para el Grand C4, más que nada porque Citroën no se ha tomado la molestia ni de actualizar su estética ni de aplicar mecánicas híbridas en su gama, señales de lo que iba a suceder.
Esta variante llegaba como la última actualización de la segunda generación del C4 Picasso, modelo que, desde su correspondiente restyling en 2016, apenas ha registrado 350.000 ventas a nivel global. Aunque bien es cierto que ha mantenido el tipo, la variante de cinco plazas que otrora se fabricaba en la planta de Vigo desapareció el año pasado. Otro rasgo más de que el final para el Citroën Grand C4 Spacetourer era inminente.
Y es que la situación no mejoró para el monovolumen francés, el cual registró algo más de unas discretas 10.000 unidades vendidas en toda Europa en el 2021. Unas cifras que se quedan a la sombra del rotundo éxito de otros productos como el Citroën C5 Aircross, cuya presencia en el mercado ha desmarcado, y busca hacerlo aún más tras su reciente restyling.
Aunque bien es cierto que una marca como Citroën está destinada a sorprendernos con conceptos de lo más rocambolescos y revolucionarios, como el Citroën C5 X, no debemos esperar a un sustituto del Grand C4 Spacetourer, ni si quiera mezclando conceptos. Y es que de momento la firma francesa se ha limitado a anunciar el fin de su producción en junio y el cierre actual de pedidos, manteniendo su fabricación en lo que queda de abril y durante el mes de mayo para cumplir con los pedidos previamente efectuados.
De momento el hueco de monovolumen lo cubren el Citroën Berlingo y la furgoneta eléctrica ë-SpaceTourer, teniendo esta última hasta 9 plazas. Puede que en un futuro no muy lejano, con la próxima generación del C5 Aircross, nos topemos con una variante de batalla larga y con capacidad para 7 ocupantes, pero en lo que a la actualidad se refiere podemos no solo despedirnos del Citroën Grand C4 Spacetourer, sino también de uno de los últimos representantes del segmento.
¿Por qué un monovolumen es mejor coche que un SUV de 7 plazas?
Bien es cierto que los SUV, en según qué modelos y versiones, cuentan con una serie de aptitudes off-road de las que no gozan los monvolúmenes. Pero pasan a un segundo plano cuando nos damos cuenta de que un amplio número de propietarios destinan a este tipo de vehículos a un uso exclusivo en asfalto. Son grandes, cómodos y con capacidad para 7 ocupantes, lo que se traduce en perfectos devoradores de kilómetros.
¿»El problema»? Que los monovolúmenes como el Grand C4 pueden hacer exactamente lo mismo si dejamos al lado disfrutar de ciertas florituras en el monte o barro. Tienen una más trabajada aerodinámica y un centro de gravedad más bajo, lo que los convierte no solo en vehículos ligeramente más eficientes, sino también más seguros.
Además, por norma general, estos cuentan con una tercera fila de asientos más trabajada que la de los SUV, sirviendo no solo para niños pequeños y dejando algo más de maletero. Pero las modas mandan, y las marcas no viven de lo que no funciona, por lo que modelos como el Citroën Grand C4 Spacetourer están destinados a morir.