En estos momentos los Ford S-MAX y los Ford Galaxy están en un momento complejo. Tanto los Galaxy como los S-MAX son monovolúmenes tradicionales, y pertenecen a uno de los segmentos más duramente afectados por la oleada de los SUV. Pese a que los S-MAX han incorporado ciertos rasgos crossover en su segunda generación, la propia marca estudia refundir a ambos coches y el próximo Ford Mondeo en una única carrocería crossover. No obstante, aún falta tiempo para eso, y Ford ha decidido aplicar un lavado de cara a sus monovolúmenes de referencia, además de una importante actualización mecánica.
A nivel visual el coche que más cambia es el Ford S-MAX, que incorpora en su frontal los rasgos estrenados por los Ford Focus y Ford Kuga, con una calandra, paragolpes y ópticas claramente rediseñados. Los Ford Galaxy reciben los mismos cambios, pero son más perceptibles en los S-MAX. Las versiones ST Line son las más pintonas, con calandras oscurecidas, un bonito tono azul exclusivo para la carrocería y llantas de hasta 18 pulgadas y nuevo cuño. El habitáculo de ambos coches cambia de forma bastante más ligera, siendo el nuevo selector del cambio uno de los detalles más reseñables.
Este selector reemplaza a la palanca de cambios tradicional en las versiones automáticas. Ford también ha trabajado en mejorar los ajustes, los materiales y el aislamiento, teniendo como objetivo una experiencia a bordo más relajante. Una novedad importante del interior de estos coches son unos nuevos asientos delanteros. Estos asientos son ergonómicos, tienen 18 ajustes eléctricos y están certificados por AGR, una asociación alemana «por las espaldas saludables» que ha avalado los asientos de varios modelos de Opel y el Grupo PSA. Ambos coches se ofrecen en configuraciones de cinco y siete plazas.
A nivel de tecnología y conectividad, debuta en los Galaxy y S-MAX el sistema FordPass Connect. Además de una red WiFi de a bordo, podemos controlar el coche vía app y recibir información relevante sobre la vía y posibles incidentes en nuestro sistema de infotainment SYNC3. A nivel mecánico, la novedad es la dotación en la gama de ambos coches del motor 2.0 EcoBlue diésel – una familia de diésel de última generación. No hay referencia alguna a alternativas de gasolina, y al menos en estos coches, la realidad es que un motor diésel tiene sentido a nivel prestacional y a nivel de eficiencia.
Estos motores desarrollan potencias de 150 CV, 190 CV y 240 CV, y en el caso de las versiones de 190 CV, se ofrecen con tracción total Intelligent All-Wheel Drive. Salvo en sus versiones de 150 CV, en el resto de caso se asocia a un nuevo cambio automático de convertidor de par y ocho relaciones. Los renovados Ford S-MAX y Ford Galaxy ya pueden encargarse en la red europea de concesionarios de Ford.