El fenómeno de electrificación de las flotas de automóviles europeos es un hecho que nadie se atreve ya a negar: de hecho, es un proceso que se está acelerando de manera evidente y ya son muchos los fabricantes de automóviles que han avanzado sus planes de electrificación, abandonando el motor de combustión tal y cómo acaba de llevar a cabo Stellantis con su trío de furgonetas compactas de pasajeros, que ya sólo pueden adquirirse con motor eléctrico. ¿Visión de futuro, o prisa injustificada?
Tres son los modelos que componen el plantel de furgonetas compactas (segmento C) dentro del grupo Italo-francés Stellantis. Estamos hablando de la Citroën Berlingo, la Peugeot Rifter y la Opel Combo, modelos muy populares en muchos países europeos incluyendo a España, donde cada año se despachan miles y miles de unidades de estos vehículos industriales cuyas variantes de pasajeros cada vez son más y más completas y atractivas.
Citroën Berlingo y ë-Berlingo
Fabricadas en España, las tres furgonetas compactas del grupo utilizan la misma plataforma EMP y hasta el momento contaban con versiones diésel, gasolina y eléctricas, aunque en España sólo se comercializaban las versiones diésel ey aquellas con motor eléctrico. Aprovechando la llegada de 2022, el gigante del automóvil ha decidido lanzarse a la piscina y abandonar radicalmente los motores de combustión en las versiones de pasajeros.
Adiós al diésel: sólo motores eléctricos para las furgonetas
De esta manera, cualquier cliente que se interese por alguna de estas tres furgonetas tendrá que asumir que están equipadas, sí o sí, con un motor eléctrico. Esta decisión afecta, al menos de momento, únicamente a las variantes de pasajeros, de manera que las versiones de carga podrán seguir equipando los motores diésel 1.5 BlueHDi.
Volviendo a las versiones eléctricas, habrá que optar entonces por las Citroën ë-Berlingo, Opel Combo-e Life y Peugeot e-Rifter, siempre equipadas con el mismo tren motriz compuesto por un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) de potencia y 260 NM de par que se alimenta de una batería de iones de litio con 50 kWh de capacidad.
Con este esquema de propulsión, las furgonetas eléctricas de Stellantis ofrecen una autonomía WLTP de hasta 280 km, pudiendo recargarse con potencias de hasta 11 kW en corriente alterna y con potencias de hasta 100 kW en corriente continua, lo que les permite pasar del 0 al 80% de carga en apenas media hora.
Este movimiento parece obedecer a una serie de preceptos, desde la necesaria reducción de la media de emisiones de CO2 de la gama de Stellantis hasta la todavía acuciante crisis de semiconductores que está asolando el mercado europeo. De cualquier manera, parece que con la llegada a finales de año de los restyling de estos modelos volverán las versiones de combustión aunque, eso sí, lo harán equipadas con sistemas de hibridación ligera. ¿Ha tomado Stellantis una decisión demasiado arriesgada?