El avance de los SUV y los crossover es imparable. Como ya os hemos contado, los crossover no son una moda pasajera: casi tres cuartas partes de todas las futuras renovaciones de coches en los próximos años serán este tipo de coches. Marcas como Ford han decidido apostar todo a estos coches, dejando a un lado formatos tradicionales como las berlinas o los monovolúmenes. De hecho, han recuperado denominaciones míticas como Ford Puma para un crossover urbano. Según Autocar, los Ford Mondeo, Ford S-MAX y Ford Galaxy pronto convergirán en un único crossover global de grandes dimensiones.
Este producto, cuyo nombre es desconocido, marcará el abandono de Ford of Europe de las grandes berlinas y los monovolúmenes, sin planes de volver a ellos. Además, coincidiría con el fin del ciclo de vida del actual Ford Mondeo. Sin embargo, será un producto global, que Ford adaptará mínimamente en otros mercados mundiales, como es el estadounidense. Según informa Autocar citando a sus propias fuentes, el coche sería similar al Subaru Outback, un coche que desdibuja las fronteras entre un familiar y un todocamino – del que en Diariomotor nos declaramos fans, tras haberlo probado en varias ocasiones.
Este coche estará construido sobre la plataforma modular C2 de Ford, la misma que articula al actual Ford Focus. No obstante, será un coche de mayores dimensiones, posiblemente en el entorno de los 4,80 metros. Tendrá un diseño marcado y una altura libre al suelo correcta, que le debería permitir circular por caminos en buen estado. Con todo, será un coche enfocado a la conducción sobre asfalto, y es posible que siquiera tenga en opción un sistema de tracción total inteligente: podría tener un control de tracción inteligente, adaptado a diferentes superficies, como el Grip Control del Grupo PSA.
Autocar afirma que el coche contará con mecánicas semi-híbridas, construidas en torno a una arquitectura eléctrica de 48 voltios. Tendrá motores de gasolina 1.5 EcoBoost de tres cilindros y también se esperan motores diésel EcoBlue de última generación, con mucho sentido en un coche de carácter familiar. Además, estos motores tendrán unas emisiones contenidas de CO2, para mantener a raya las emisiones medias de la gama de productos. Este coche, de nombre aún desconocido, tendrá unos costes operativos menores a los de un SUV tradicional, una mejor dinámica y una postura de conducción elevada.
Lo que sí parece claro es que se venderá mejor que la suma de los tres coches a los que reemplaza, los Ford Mondeo, Ford Galaxy y Ford S-MAX: en 2018 se vendieron 50.000 unidades de Mondeo, 24.000 de S-MAX y 12.000 de Galaxy – este último ya ha sido retirado del mercado, dicho sea de paso. Seguiremos informando acerca de este interesante producto, que confirma lo que ya temíamos: el coche tradicional ha (casi) muerto.