Últimamente, parece que todas las marcas están virando al segmento premium. Enfrentadas a precios crecientes y un mercado cada vez más desafiante, tratan de mantener su margen a toda costa, aunque el resultado sea vender menos coches a un precio superior. Es el escenario al que se enfrenta Renault. Hemos ya podido probar el nuevo Renault Megane y podemos constatarlo. El futuro de Renault pasa por un giro al segmento premium, y su segundo eléctrico puro de esta nueva era recuperará una de las denominaciones más míticas: Renault Scénic.
El Renault Scénic fue uno de los productos más rompedores de Renault. Lanzado a finales de los noventa, fue uno de los protagonistas de aquella fiebre de los monovolúmenes compactos. Una fiebre que comenzó a remitir hace una década, y que fue canibalizada casi íntegramente por los sospechosos habituales: los todocaminos y crossover. A día de hoy, no queda prácticamente ningún monovolumen compacto en el mercado. Salvo contadas excepciones, lo que queda está desfasado y a punto de caducar definitivamente. El mantra es «reinventarse o morir».
Renault Scenic
Y es por ello que productos como el Renault Espace se han reinventado en formato crossover, al igual que lo hará el Renault Scénic. El Renault Scénic compartirá con el Renault Megane y el Nissan Ariya la plataforma CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan. Será un todocamino 100% eléctrico, y del Renault Megane – que ya podríamos considerar un crossover de pleno derecho – heredará una gran parte de rasgos visuales, tanto exteriores como interiores. Esto es una buena noticia, ya que el Renault Megane ha supuesto un enorme paso adelante para la marca al respecto.
El interior gozará de un gran nivel de infoentretenimiento – con el nuevo sistema operativo basado en Android – y unas excelentes calidades de remate. Será un coche algo más grande que Renault Megane, con un tamaño de unos 4,50 metros. No se descarta que cuente con una versión Grand Scénic de batalla larga, y hasta siete plazas. Gozará de algo más de altura libre al suelo y será menos aerodinámico que el Megane, además de algo más pesado. Esto se traducirá en unas prestaciones ligeramente inferiores a las del compacto, además de una autonomía inferior.
Mecánicamente no habrá sorpresas: se venderá con los mismos tamaños de batería que el Megane – de 40 kWh y 60 kWh – además de los mismos motores eléctricos, quedándose en 218 CV el tope de gama. Será una alternativa de peso a coches como el Tesla Model Y, Volkswagen ID.4 o Ford Mustang Mach-E. Renault seguirá contando con un SUV más convencional en el segmento. Se llama Renault Austral y su presentación es inminente. El Austral contará con mecánicas convencionales, además de mecánicas electrificadas y enchufables, como antesala del Scénic 100% eléctrico.
Fotos del actual Renault Megane