Durante mucho tiempo hemos venido recomendando, desde este medio, a valorar únicamente la compra de un diésel bajo un criterio definitivo, el que puede tener más peso sobre todos los demás, el de hacer suficientes kilómetros al año – decenas de miles – para justificar la compra. Pero en los últimos años nos hemos encontrado con un problema, el temor a las restricciones, o incluso a su prohibición, a dejado huérfanos a aquellos que ahora no se atreven a comprar un diésel, pero lo necesitan. Si antes un altísimo porcentaje de nuestras pruebas eran dominadas por los diésel, en las últimas semanas habréis visto cómo hemos probado cada vez más coches de gasolina, híbridos, y eléctricos. Últimamente también nos hemos acostumbrado a que, la actualidad, nos lleve a conducir muchos SUV, y rara vez coches que, sin entrar en la categoría del deportivo propiamente dicho, sean divertidos. Pero sí que nos hemos encontrado con un caso que, a mi juicio, es la última esperanza del diésel y la muestra de que aún se hacen coches divertidos.
Los diésel de Honda tienen los días contados
Todo apunta a que los diésel de Honda tienen los días contados. El futuro de la marca nipona pasa por los híbridos y los eléctricos. El mejor ejemplo lo tenemos en un coche que tradicionalmente era diésel, como el Honda CR-V. No habrá diésel en este nuevo Honda CR-V, y el lugar que antaño hubiera ocupado el gasóleo queda reservado para el híbrido que, por cierto, ha pasado por nuestras manos recientemente y cuya prueba en vídeo puedes ver a continuación.
Honda Civic
Ver artículo: Honda ya ha comenzado a eliminar sus diésel en Europa, para apostar por híbridos y eléctricos.
Prueba del Honda CR-V Hybrid 2019.
Honda Civic y su motor diésel de 120 CV
En cualquier caso, Honda aún tiene un último cartucho que quiere agotar, el del Honda Civic diésel.
En nuestra prueba en vídeo, que podéis ver al final de esta entrada, ya constatamos que este diésel encaja perfectamente en el nuevo Honda Civic, un coche que ha crecido, en todos los sentidos, que prácticamente ha escapado del segmento compacto, hacia uno superior, y que se antoja como una alternativa perfecta para hacer muchos kilómetros por carretera. Muchos kilómetros por carretera, que es precisamente el hábitat natural de un diésel.
Honda ha lanzado un diésel brillante, a nuestro juicio de los mejores de su clase. Es todo lo suave y confortable que puede ser un diésel, es agradable y suave en su conducción, y es capaz de cumplir con las últimas normativas de emisiones sin necesidad de sistemas de tratamiento de emisiones complejos, y con un coste de fabricación y mantenimiento, como los basados en AdBlue. Solo entrega 120 CV de potencia, que son suficientes para cualquiera, salvo para el que aspire a conducir un coche bastante potente y rápido. Sus consumos, sin problemas, pueden mantenerse ligeramente sobre los 4 litros/100 kilómetros.
El Honda Civic diésel arranca, con las promociones actuales, en 19.700 euros. De nuevo, con esas mismas promociones, el Honda Civic 1.0 VTEC TURBO de 126 CV de potencia, y gasolina, arranca con el mismo equipamiento – Comfort – en 20.700 euros. Que el diésel sea 1.000 euros más barato responde, únicamente, a un esfuerzo por parte de la marca para promocionar este motor. Con acabado Executive – 24.900 euros para el diésel – sucede lo mismo. Con acabado Elegance, en cambio, el diésel es 1.000 euros más caro. De manera que el Honda Civic, con motor diésel, y en sus acabados de entrada – Comfort – y más alto de gama – Executive – está con un precio promocionado realmente interesante.
Ya os decimos que por confort de rodadura, y por el desarrollo que ha llevado a cabo Honda, este diésel para nosotros está a la altura de otro de nuestros diésel favoritos, el de Mazda. El rival natural de este Civic seguiría siendo el Mazda 3, que en 2019 recibirá relevo generacional.
El único problema del Honda Civic diésel es el de haber llegado a Europa en el peor momento posible para el diésel. Entendemos que el temor del comprador con respecto al diésel está justificado, sobre todo cuando escuchamos ciertas declaraciones políticas. Pero a día de hoy, con el modelo de restricciones al tráfico que se está planteando, es importante saber que este diésel no tendrá más o menos problemas que un gasolina moderno. Tanto los diésel, como los gasolina, que se venden nuevos actualmente cuentan con etiqueta de emisiones C.
Por último, el Honda Civic nos ha demostrado que se siguen haciendo coches divertidos, insistimos, sin que sean coches naturalmente deportivos. Un Honda Civic Type-R se presupone divertido. Pero que en el resto de la gama Honda Civic se haya puesto tantos esfuerzos por hacer que el tacto de la dirección sea agradable, y que forme un conjunto realmente deportivo con la palanca de cambios manual, y sus recorridos cortos, es algo que definitivamente no es habitual en estos tiempos que corren. Tiempos en los que también es cierto que se suele buscar un equilibrio, por otra parte más próximo al público general, y no al más especializado, y al conductor más avezado, un equilibrio que implica suspensiones cómodas, pero tirando a blandas; un tacto de la dirección y el cambio demasiado suave.
Prueba en vídeo del Honda Civic diésel
Más imágenes del Honda Civic diésel:
Nuestras pruebas del Honda Civic
En Diariomotor ya hemos hablado largo y tendido del Honda Civic. Podéis leer nuestra prueba del Honda Civic con motores VTEC TURBO y también nuestra primera prueba del Honda Civic diésel. También podéis leer nuestra prueba del Honda Civic Type-R, el más deportivo de la gama, con vídeo en circuito incluido.