A menudo me pregunto si la tecnología, en ciertos aspectos, conlleva una evolución o una involución en asuntos tan importantes como la ergonomía y la seguridad. Basta echar un vistazo al interior de un coche moderno para percatarse de cómo han evolucionado los coches de unos años a esta parte. El salpicadero de un coche ha sufrido una transformación visible y probablemente notoria con respecto a cualquier otro elemento que veamos con nuestros ojos. Las pantallas han ido aumentando en tamaño, y el número de botones disminuyendo en consecuencia. Esa es la evolución habitual en cualquier coche, y el Honda CR-V es un buen ejemplo de ello. ¿Pero de verdad hemos dejar todo en manos de una pantalla táctil? Honda creyó que sí. Y como rectificar es de sabios, sus clientes hicieron que apostasen de nuevo por un botón físico y giratorio, el del volumen de la radio, que por suerte está de regreso en el nuevo Honda CR-V.
Honda CR-V
Según Jeff Conrad, Vicepresidente Senior de Honda en Estados Unidos, los clientes de Honda demandaron de la marca el regreso de un botón físico para el volumen del equipo de sonido (Automotive News). Y en realidad no es que este hubiera desaparecido. Con la última actualización del Honda CR-V el papel de los controles de volumen había quedado restringido a dos pequeños botones en el lado izquierdo de la pantalla táctil.
Honda había dado todo el protagonismo a la pantalla táctil y había reducido el número de botones físicos, frente a la versión previa al último lavado de cara del Honda CR-V que gozaba de una pantalla más pequeña y más botones.
Una buena pantalla táctil es una solución, lo creas o no, económica. Económica porque su coste es reducido, pero aún más porque simplifica, y mucho, el diseño de un salpicadero. Y esa simplicidad se traduce generalmente en ahorro de costes en producción.
Y la pregunta del millón sigue siendo la misma: ¿veremos cada vez más coches que prescindan de botones? Véase el caso del Tesla Model S, o de marcas generalistas como Citroën y Peugeot, en las que algunos productos, incluso, requieren de la pantalla para ajustar la temperatura del climatizador. ¿O por contra veremos como, ante las críticas de los clientes, algunos fabricantes regresan a los botones de toda la vida?
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