Honda ha dado un paso de gigante en los últimos meses. Tras atravesar un momento delicado, en el que la llegada de productos de la competencia, y el cambio de los hábitos de consumo, no se lo puso nada fácil, el Honda CR-V recibe un relevo generacional que nos ha convencido. Ver prueba del Honda CR-V. Pero, incluso siendo conscientes que el motor 1.5 Turbo es un acierto, una opción que convence este SUV completamente renovado, en su día nos hicimos una pregunta muy razonable, ¿merece la pena comprar un Honda CR-V 1.5 Turbo o esperar al híbrido? La proximidad de su lanzamiento podría ser un nuevo argumento. El Honda CR-V híbrido ya tiene fecha de lanzamiento y, sin duda, llega para convertirse en una de las opciones más recomendables de su categoría.
El esperado lanzamiento del nuevo Honda CR-V híbrido
Honda ha anunciado que el nuevo CR-V híbrido, o CR-V Hybrid, comenzará a producirse en octubre de 2018, en apenas unas semanas. Por supuesto hablamos de la versión europea, dado que en otros mercados, como el estadounidense, ya lleva comercializándose desde hace tiempo. Siguiendo esa hoja de ruta, el Honda CR-V híbrido aterrizará en los concesionarios europeos a comienzos de 2019, en el primer trimestre del año.
Honda CR-V
En estos momentos solo es posible adquirir el Honda CR-V con el motor 1.5 VTEC Turbo de 173 CV de potencia, con cambio manual y tracción delantera o tracción a las cuatro ruedas, y con cambio automático o, mejor dicho, de variador continuo, de tipo CVT, solo en combinación con la tracción a las cuatro ruedas. Esta generación del Honda CR-V, de momento, no contará con motores diésel.
La importancia del Honda CR-V híbrido
Honda dispone en su gama de motores diésel muy competitivos, como hemos comprobado en productos como el Honda Civic. Pero ha optado por una decisión que no es ni mucho menos descabellada, la de contar con un híbrido avanzado que ocupe el lugar natural en el que hasta ahora hubiéramos encontrado un CR-V diésel.
Lo que llegará muy pronto a los concesionarios será un Honda CR-V Hybrid con un motor de gasolina i-VTEC de 2 litros, un motor eléctrico y una batería de iones de litio. El conjunto híbrido entregará una potencia máxima de 184 CV y promete tener un tacto peculiar, y diferenciado de otros híbridos, empezando por el hecho de haber optado por una transmisión con una única relación, de engranaje fijo, y no un variador continuo. Sobre el papel, y sin haberlo probado, debería ofrecer un desarrollo de las prestaciones más próximo al de un coche eléctrico puro, que al de los híbridos que conocemos, o al de aquellos coches que únicamente cuentan con un motor de combustión interna.
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