Honda sigue apostando fuerte por el híbrido y la nueva generación de Honda Jazz no deja de ser el mejor reflejo de cómo la marca japonesa quiere que su gama quede dominada por mecánicas con alguna suerte de electrificación, por coches que no dispondrán de más alternativa que una mecánica híbrida, e incluso por coches completamente eléctricos, como el Honda e. Pero el objetivo de esta prueba no es contaros la estrategia de electrificación de Honda. Probamos en vídeo el Honda Jazz Crosstar para hablaros de este coche híbrido, de su tecnología y, sobre todo, de su factor diferencial, el espacio.
¿Qué es el Honda Jazz Crosstar?
Por su longitud, el Honda Jazz no es muy diferente a un Ford Fiesta, o un Toyota Yaris. No obstante, por sus proporciones, el Honda Jazz encaja mejor en un segmento en declive, el del pequeño monovolumen. Honda espera que su tecnología híbrida, sus excepcionales cualidades prácticas, y una versión de aspecto crossover, la Crosstar, hagan del Honda Jazz un producto exitoso o, como mínimo, que acapare a una clientela extensa, y no la cuota muy modesta y de nicho a la que hoy en día han quedado relegados los pequeños monovolúmenes.
Honda Jazz
Para nuestra prueba hemos escogido el Honda Jazz Crosstar que, como os decimos, es un pequeño coche híbrido, con mucho espacio por sus proporciones de monovolumen, y con estética campera, estética crossover.
Probablemente esta, la del Crosstar, sea la receta ideal para que la gama Honda Jazz llegue a una clientela variada. Cualidades no le falta, como veremos a continuación, para ser una decisión de compra inteligente.
Espacio a raudales en el nuevo Honda Jazz
Más allá de que el Honda Jazz sea un coche moderno y goce de la tecnología que se espera en un coche hoy en día, ya sea en sistemas de entretenimiento y conectividad, de los cuales os hablamos en nuestra prueba en vídeo, o sistemas de seguridad, con una dotación realmente completa y de serie en toda la gama, la verdadera característica diferencial del Honda Jazz es su espacio a bordo. En el vídeo os mostramos por qué este coche puede situarse entre los que más espacio ofrecen en un tamaño más compacto. En el Honda Jazz abundan los espacios para dejar objetos, la habitabilidad es excelente, sobre todo por su banqueta posterior con asientos cuya base se pliega verticalmente – como el asiento de un cine – y cuyo respaldo puede abatirse formando un suelo plano, y un espacio en las plazas traseras realmente holgado para viajar muy cómodos dos pasajeros adultos.
No obstante, esa faceta monovolumen y familiar del Honda Jazz está presente para lo bueno y para lo malo. En su conducción hemos descubierto que es un coche muy cómodo, pero con un tarado de suspensiones blando, y una dirección poco rápida, Honda ha preferido dejar en un segundo plano la agilidad para ofrecer una experiencia de conducción más cómoda y agradable en ciudad.
Y si tenemos en cuenta el público al que va destinado este coche probablemente esa sea una decisión acertada. A fin de cuentas, para gozar de un coche ágil, más deportivo y atrevido, en su gama ya disponen del Honda Civic.
¿Qué coche híbrido me compro? ¿Honda o Toyota?
El Honda Jazz no dispone de más mecánica que una híbrida que entrega 109 CV de potencia. Para entender el carácter de su sistema híbrido basta mencionar que únicamente el grupo motor-propulsor eléctrico ya puede entregar esos 109 CV y que emplea una batería de litio y un segundo motor-generador. Honda ha creado un sistema híbrido en el que el sistema eléctrico no es un mero acompañamiento del motor de combustión interna, sino el verdadero protagonista y responsable de propulsar al Honda Jazz. Y las ventajas que eso aporta, en confort, y eficiencia, son palpables.
Por ejemplo, a pesar de que su sistema híbrido, que trata de mantener el régimen óptimo del motor de combustión interna en todo momento, como sucedería con CVT tradicional, al trabajar constantemente con el motor eléctrico y emplear el de combustión, también, para recargar las baterías, su funcionamiento será también mucho más suave, y silencioso, de lo que habitualmente esperamos de una transmisión continuamente variable.
En esta toma de contacto tuvimos ocasión de tomar algunas referencias de consumo que, no obstante, estarían muy lejos de ser una prueba de consumos rigurosa. No obstante, con un consumo medio de 5.0 litros/100 kilómetros según el ordenador de a bordo, estamos en disposición de asegurar que hacer consumos en el entorno de los 5.0 litros/100 kilómetros en recorridos mixtos, de carretera y ciudad, es realista. Y también estamos convencidos de que en ciudad lo normal será que nos situemos en consumos en el entorno de los 4.X litros/100 kilómetros.
He de deciros que el funcionamiento de su sistema híbrido, al menos en su experiencia de conducción, y a pesar de que existen ciertas e importantes diferencias técnicas, no me ha parecido tan diferente del de los últimos híbridos de Toyota, que sin duda es el rival a batir. Toyota sigue empleando sistemas de engranajes planetarios, que en la práctica también funcionan como transmisiones continuamente variables, pero también está siguiendo la senda del motor eléctrico cada vez más potente y de tratar de recuperar y emplear la máxima energía posible, con sistemas de baterías más potentes y de mayor densidad energética, también con baterías de iones de litio.
Comparándolo con su rival más evidente, llego a la conclusión de que por su funcionamiento, o por su eficiencia, no hay razones que nos lleven a escoger entre el Toyota Yaris o el Honda Jazz. En febrero tuve ocasión de probar por primera vez el nuevo Toyota Yaris, en una breve toma de contacto, y las sensaciones que me transmitió fueron tan buenas como las que de nuevo he tenido en el Honda Jazz.
No nos quepa la menor duda de que tanto el Honda Jazz, como el Toyota Yaris, disponen de los mejores sistemas híbridos del mercado.
El Honda Jazz en su versión no-Crosstar.
No obstante sí tengo muy claras algunas de las razones que me llevarían a escoger un Honda o un Toyota. El Toyota Yaris, sobre todo el de la nueva generación que llega este año a los concesionarios, es un coche más juvenil, más ágil, e incluso divertido, y quizás el culmen de una estrategia de rejuvenecimiento en la que Toyota ha rejuvenecido toda su gama. Pero si lo que necesitas es espacio, el Honda Jazz no tiene rival. El Honda Jazz ofrece todas las ventajas en un coche pequeño, ideal para la ciudad, con un espacio a bordo, capacidad de carga, y posibilidades de distribución del habitáculo, que enrojecerían incluso a coches de segmentos superiores.
Por otro lado, el aporte del Honda Jazz Crosstar, la versión probada en esta prueba, tampoco debe dejarse en un segundo plano. Es importante entender lo valioso que resulta hoy en día disponer de una versión con aspecto crossover, en un momento en el que SUV y crossover son los verdaderos reyes del mercado. Estoy convencido de que el Crosstar no solo gozará de bastante clientela, sino también de que será el producto que atraiga a muchos clientes a los concesionarios, aunque finalmente se acaben decantando por otra versión del Honda Jazz.
Respecto a precios, hemos de deciros que el Honda Jazz no es un coche ni mucho menos barato. El hecho de disponer únicamente de una mecánica híbrida en la gama, una tecnología costosa, impide la configuración de un Honda Jazz a precios más ajustados. El Honda Jazz arranca en los 21.900 euros, según precio de tarifa. El Honda Jazz Crosstar ya asciende a 26.400 euros, pero también es importante valorar que la versión Crosstar ya cuenta de serie con todo el equipamiento disponible en la gama Jazz.
Imaginamos que en el futuro Honda incorporará promociones, ofertas, y descuentos, que podrán hacer que esos precios de partida bajen. Y como de costumbre, los precios actualizados y ofertas podréis seguirlos en ¿Qué coche me compro?