Hyundai ya ha demostrado a la industria del automóvil que es capaz de competir con productos de calidad, de diseño cuidado y a la vanguardia tecnológica. Lo que Hyundai aún no había demostrado era que es capaz de producir un compacto deportivo de primer nivel. Hasta ahora: Hyundai fichó hace unos años a Albert Biermann – ex-director de BMW Motorsport – y ha desarrollado un ambicioso programa de competición en el WRC. Estos esfuerzos han desembocado en el coche que preside tu pantalla: el Hyundai i30 N. El primer compacto deportivo de Hyundai, una apuesta por el placer de conducción basada en el Hyundai i30 con hasta 275 CV de potencia.
Es ahora el momento de conocer al primer compacto deportivo de la marca, en cinco claves.
1) Hyundai i30 N: perfeccionado en Nürburgring
Hyundai i30
El Hyundai i30 N es un producto de alcance global, desarrollado en diferentes centros de I+D coordinados por el centro europeo de desarrollo de la marca. Es un coche fabricado en la Unión Europea, concretamente en las instalaciones que la marca posee en Nošovice, República Checa. No obstante, lo realmente importante es que ha sido un coche cuyo desarrollo dinámico y tarado de conducción ha sido perfeccionado por Hyundai Motorsport en el Infierno Verde. El Hyundai i30 N ha sido sometido a pruebas de durabilidad de hasta 10.000 km de conducción al límite en Nordschleife y ha participado dos veces en las 24 Horas de Nürburgring.
2) Un Hyundai i30 hipermusculado
Parece como si el Hyundai i30 hubiese pasado por el gimnasio antes de lanzarse al circuito. Ha esculpido su figura elegante y sencilla, convirtiéndose en un compacto deportivo de estética agresiva. Fijaos en sus enormes tomas de aire frontales, imbuidas en un enorme paragolpes, cuyo labio frontal está muy cercano al suelo – es 7 mm más bajo que un Hyundai i30 cuando monta llantas opcionales de 19 pulgadas. El diseño en el túnel de viento ha sido una de las claves de su desarrollo, con un esculpido kit de carrocería con el que genera una mayor carga aerodinámica. Función dicta forma.
Esto es patente en las canalizaciones frontales para refrigerar los frenos, en el spoiler trasero con luz de freno triangular y en el diseño del paragolpes trasero, en cuyos laterales unos pequeños flaps mejoran la estabilidad longitudinal del coche. No se ha confirmado que el difusor trasero sea funcional. A este kit de carrocería con acentos en color rojo se suman unas bonitas llantas, unas pinzas de freno de color rojo con una «N» sobre ellas, y un color exclusivo: el Performance Blue de estas imágenes. Un color bonito, complementado con varios colores convencionales, como Engine Red o Phantom Black.
3) Un interior sobrio… y poco «racing»
El interior del Hyundai i30 N es quizá la parte menos radical de este compacto deportivo. Las diferencias con un Hyundai i30 diésel son escasas, y se centran en unos asientos deportivos de diseño discreto – mixtos, con tapicería de Alcantara/cuero – una palanca de cambios específica con ribeteado en color azul para el fuelle, y un volante rediseñado. Este volante N añade dos botones, uno de ellos para cambiar entre los 5 modos de conducción del coche y otro para activar directamente el modo más deportivo de conducción, el «N-Mode». Una solución similar a la que BMW emplea en coches como el M4. ¿Tiene Biermann algo que decir?
En este punto es donde mencionamos que posee la misma conectividad – Apple CarPlay y Android Auto – que el resto de i30, así como una avanzada suite de seguridad activa, pero creo que es más importante hablar de su potencia y prestaciones. No obstante, sí debemos mencionar que Hyundai ha instalado una aplicación enfocada al circuito, un medidor integrado de tiempos de vuelta, fuerzas G y otros datos interesantes en conducción deportiva.
4) Motor 2.0 turbo con hasta 275 CV de potencia (Performance Pack) y cambio manual
Buenas noticias, el Hyundai i30 N sólo está de momento disponible con una caja de cambios manual de seis relaciones, asociada a un motor 2.0 T-GDi. Este propulsor 2.0 turbo de cuatro cilindros ha sido puesto a punto pensando en una respuesta lineal y desarrolla 250 CV a 6.000 rpm, junto a un par máximo de 353 Nm, constantes entre las 1.450 rpm y las 4.000 rpm. Hace el 0 a 100 km/h en 6,3 segundos. No obstante, existe un Performance Pack opcional que eleva la potencia del motor a 275 CV, manteniendo el par máximo. El 0 a 100 km/h se reduce hasta los 6,1 segundos, sin variar los 250 km/h de velocidad punta.
Con este Performance Pack – por el que la práctica totalidad de clientes se decidirán – se incluye una simulación electrónica de diferencial autoblocante y unas llantas de 19 pulgadas, envueltas en neumáticos Pirelli P Zero de 235 mm de sección. También aumenta el tamaño de los frenos, con discos de acero de 18 pulgadas de diámetro en el eje delantero y 17 pulgadas en el eje trasero. Es un tren de rodaje testado en circuito, y según la marca, es capaz de compaginar un uso diario con track days intensos. Todos los Hyundai i30 N son de tracción delantera, sin opción a la tracción integral.
El Hyundai i30 N es un misil coreano dirigido a la línea de flotación de rivales como el Volkswagen Golf GTI, cuya versión Performance de 245 CV tiene prestaciones similares. Otro rival cercano al Hyundai i30 N es el Peugeot 308 GTi, ahora sólo disponible con un motor 1.6 THP de 270 CV.
5) Un tren de rodaje de altos vuelos y 5 modos de conducción
El Hyundai i30 N tiene varios ases en la manga. Uno de ellos es un sistema de suspensión activa de dureza regulable, con control variable en función del modo de conducción elegido. También posee un sistema de Launch Control y un sistema de punta-tacón automático, ideal para una conducción deportiva si no sabemos ejecutar manualmente la maniobra. De su escape con válvulas variables ya os hemos hablado, pero no de su Generador de Sonido Electrónico. Es lo que pensáis, el sonido que recibimos en el interior del coche es parte electrónico, y parte sonido de motor amplificado mediante un resonador situado en la base del parabrisas.
En palabras de Hyundai, lo que más influye en el comportamiento del coche es la selección de modos de conducción. Posee cinco modos: Eco, Normal, Sport, N y N Custom. Son explicativos en sí mismos, siendo los modos N los más deportivos. Los parámetros controlables son la respuesta del motor, amortiguadores, controles electrónicos, sonido del escape, diferencial «autoblocante», dureza de la dirección y sistema de punta-tacón automático. La peculiaridad del modo N Custom es que permite ajustar de forma individual cada parámetro del coche, siempre dentro de la puesta a punto más deportiva.