Falta poco para conocer por completo la nueva generación del Jeep Wrangler, pero aún habrá que esperar hasta el próximo Salón de Los Ángeles para ver desde todos los ángulos hasta el último detalle del icónico todoterreno de Jeep. Tras la filtración del manual de usuario hace unos días, en el que pudimos tener acceso a multitud de detalles, ahora llegan las primeras imágenes en alta resolución del interior del Wrangler. Una cabina que evoluciona, más moderna, pero con detalles inconfundiblemente Wrangler.
El Wrangler es un modelo de vital relevancia no sólo para Jeep sino para todo el grupo FCA, por eso hay muchas miradas puestas sobre la nueva generación de un modelo que tiene su origen en el Willys, un vehículo militar de los años 40. El Jeep Wrangler no sólo puede suponer un jugoso pastel económico sino que tras él se deposita también la identidad de Jeep como fabricante. De ahí que cualquier cambio debe hacerse con pies de plomo, evolución pero no revolución. Y ese es exactamente el camino que parece haber tomado el Wrangler también en su habitáculo.
Jeep Wrangler
Una cabina mucho más moderna, con mejores acabados -al menos así se transmite a la vista en las imágenes- y un aspecto mucho más actual que incluye molduras decorativas en distinto color y un volante con acentos cromados. La arquitectura del salpicadero muy pegado al parabrisas se mantiene, así como los asideros de los pilares A, pero hay cambios notables.
Por un lado, el cuadro de instrumentos añade una pantalla de siete pulgadas entre ambos relojes. No es la única, pues la incorporación del sistema Uconnect viene acompañado de una pantalla táctil (opcional) de hasta 8,4 pulgadas -de serie es de 5 y hay otra opcional de 7- en el centro del salpicadero. Desde esta pantalla se podrá acceder al sistema multimedia y de infoentretenimiento, conectar el smartphone vía Apple Car Play o Android Auto, y además hay una interfaz con diversos parámetros e información todoterreno.
En los flancos de la pantalla están las salidas de ventilación, que en el modelo anterior -el que aún se vende- están ubicadas debajo, algo más alejadas de los pasajeros. Inmediatamente debajo de la pantalla principal están los mandos de la climatización, y por debajo de estos encontramos: a la izquierda una toma de corriente de 12 Voltios; en el centro los botones de los elevalunas eléctricos y a la derecha una pestaña que esconde tres puertos: entrada auxiliar, USB Tipo A y otro USB Tipo C.
En la parte más baja se encuentra el interruptor para el bloqueo del diferencial, en color rojo y sólo disponible en los Rubicon; justo a su derecha está el botón SWAY BAR, que conecta y desconecta la barra estabilizadora electrónica (opcional); a la derecha del todo hay cuatro tomas auxiliares en las que poder enchufar más dispositivos y cuya funcionalidad se puede configurar a través del sistema Uconnect.
Lo que también se mantiene, a pesar del salto cualitativo y tecnológico, es la palanca para seleccionar el modo de tracción y la reductora. Un detalle que gustará a los más puristas pero que podría haberse convertido ya en un cómodo selector electrónico.
A nivel mecánico, el manual de usuario nos permitió saber que habrá dos mecánicas gasolina, una turboalimentada de 2.0 litros y cuatro cilindros, y un 3.6 V6. Habrá disponibles una transmisión manual o una automática por convertidor de par de ocho velocidades, añadiendo la tecnología Start/Stop para mejorar los datos de consumo y emisiones. A nivel de equipamiento incluirá, además de lo ya mencionado, el sistema de ayuda de ángulo ciego, iluminación LED o el asistente de aparcamiento con cámara trasera.
