Tarde o temprano tenía que suceder, y hoy por fin ha llegado ese momento. El Jeep Wrangler se hace híbrido enchufable, un salto sumamente importante hacia la búsqueda de una mayor eficiencia, pero con la promesa de no perder un ápice en capacidadades todoterreno. Con el lanzamiento del Jeep Wrangler 4xe el fabricante americano abre un camino que ningún todoterreno puro se había atrevido a explorar, un desafío nada fácil que hoy vamos a conocer en detalle para descubrir si este Wrangler híbrido será capaz de convencer al público.
Como ya hemos visto en muchos otros coches, el planteamiento del híbrido enchufable se puede abordar desde muy diferentes planteamientos. Por regla general se persigue conseguir la máxima eficiencia sea cuales sean las características del coche, pero también encontramos fórmulas que priorizan las prestaciones tal y como defiende Porsche, descubriendo hoy la receta de Jeep para sacar el mejor provecho de un híbrido enchufable de cara a hacer conducción todoterreno.
Jeep Wrangler
El modo para conseguirlo ha sido a través de un esquema sencillo, pero a priori bastante interesante. La potencia máxima combinada es de 374 CV a 5.250 rpm, mientras que el par máximo combinado es de 637 Nm a 3.000 rpm. Y estas cifras se consiguen a través de un motor gasolina 2.0 Turbo de 4 cilindros (270 CV y 400 Nm), al que se le añade un alternador/generador eléctrico (44 CV y 53 Nm) que está conectado directamente sobre el cigüeñal a través de una correa, complementándose con un segundo motor/generador eléctrico (134 CV y 245 Nm) situado entre el motor térmico y la caja de cambios automática de 8 relaciones. Gracias a esta configuración, el motor híbrido del Wrangler 4xe puede trabajar en serie con el motor térmico y eléctrico actuando de forma simultánea, o bien en paralelo con los motores térmico o eléctrico encargándose por sí solos de mover el vehículo.
Sin embargo es en la transmisión donde encontramos la verdadera clave de este Wrangler hibridado. Para empezar, el convertidor de par ha sido eliminado en favor de un sistema de embragues que se encargan de conectar los motores al primario, una gestión totalmente electrónica en función del modo de conducción seleccionado. Y a partir de aquí, aunque el diseño de los componentes es específico, todo se ha planteado para ofrecer las mismas cualidades todoterreno que cualquier otro Wrangler, porque sí, habrá hasta un Wrangler 4xe Rubicon.
Encontramos por lo tanto reductora, triple bloqueo de diferencial y estabilizadora delantera desconectable. Sin querer olvidarnos de las baterías, tanto el acumulador como la electrónica de potencia se han situado bajo los asientos traseros, contando con una capacidad de 17,3 kWh y una arquitectura de 400 voltios. Según los datos de homologación EPA, el Wrangler 4xe será capaz de realizar hasta 40 kilómetros en modo eléctrico. A destacar que el Rubicon 4xe alcanzará un peso en vacío de 2.369 Kg estando únicamente disponible en carrocería de 5 puertas.
Para finalizar toca hablar de cotas todoterreno, un punto donde este Wrangler 4xe termina por demostrar que efectivamente su condición de híbrido enchufable no limitará sus posibilidades, pues se mantienen prácticamente idénticas al resto de la gama Wrangler. La altura libre al suelo es de 274 mm, la profundidad de vadeo es de 760 mm, mientras que los ángulos son: 43.8º en ataque, 22,5º en ventral y 35,6º en salida. En las versiones Rubicon se instalan neumáticos TT de hasta 33″ sobre llanta de 17″.