Un año más, y con este ya son 59 ediciones, el Easter Jeep Safari se convierte en el lugar de culto del todoterreno al que todo aficionado al 4×4 desearía ir. Este evento empezó como una excursión de un día y ahora dura una semana, con rutas impresionantes, mucho público e incluso la presencia oficial de Jeep. La marca estadounidense presenta cada año varias locuras -prototipos- que nos dejan necesitando un babero, y en 2025 no iba a ser menos.
Jeep Wrangler 4xe Rubicon Sunchaser, para salir de sol a sol
El Wrangler es uno de esos coches que elegirías para irte al fin del mundo. Un todoterreno que difícilmente te dejará tirado, por muy difíciles que se pongan las cosas -salvo que te propongas hacer el burro de verdad-. Y la filosofía de esta preparación es que utilices el Jeep el máximo tiempo posible.

Jeep Wrangler
Está pensado para utilizarlo el día entero, de sol a sol. Como hacían los Santana de toda una generación de españoles varias décadas atrás, aunque aquellos eran para trabajar y este Jeep es más bien para el ocio. Desde el amanecer hasta el anochecer, de ahí su nombre -Sunchaser-, su diseño y su equipamiento, con una carrocería que combina la pintura amarilla brillante con el negro satinado. El sol y la oscuridad.
Por supuesto, lleva una buena ración de Jeep Performance Parts para darle un aspecto más bruto y también mayores capacidades off-road. La receta, que detallamos a continuación, da como resultado un Wrangler sencillamente espectacular.






El 4×4 que querrías tener si llega el fin del mundo
Si quieres estar en el campo todo el día, necesitas provisiones. Así que lo primero es tener una baca para ampliar la capacidad de carga y unas cajas laterales. Dicho y hecho. Quizá necesitemos salir de un apuro en un momento dado, así que tampoco puede faltar un cabrestante con defensa frontal, ideal para situaciones de emergencia. A mandar.
Jeep también le ha puesto un kit de elevación de 2 pulgadas (5 cm), que mejora todas las cotas todoterreno. Se combina con unos neumáticos BFGoodrich KM3 Mud Terrain de 37 pulgadas, así que el barro y los terrenos sueltos no deberían ser un problema.
Habíamos dicho que está pensado para escaparse todo el día. Así que tampoco puede faltar una barra pivotante de luces auxiliares, en este caso una Mopar ILLUMINAT3, que convierten la noche en día. Lo bueno de esta barra, al igual que muchos otros accesorios, es que está disponible en el catálogo normal de Mopar. Así que, si te gusta, te puedes hacer un Wrangler bastante parecido a este concept.
Para rematar, lleva defensas laterales reforzadas, para afrontar pasos técnicos con mayor seguridad, y unos pasos de rueda más grandes y más despejados -para poder alojar los neumáticos de mayor tamaño-. El interior también está hecho para la ocasión, con asientos de cuero bicolor, revestimiento de cuero en el salpicadero, los apoyabrazos de puertas y la consola central, alfombrillas all-weather, y acoples sobre el salpicadero para montar accesorios como GPS, cámaras o soportes tácticos.
Híbrido enchufable con 381 CV de potencia
El Sunchaser está basado en el Rubicon 4xe híbrido enchufable, que lleva un motor 2.0 turbo de gasolina con 272 CV de potencia. Se combina con dos motores eléctricos, de 145 y 63 CV de potencia, y una batería de 17,3 kWh. En el Rubicon normal ofrece 38 km de autonomía en modo eléctrico. Aunque ese dato, en este caso, es lo de menos.
El resultado son 381 CV de potencia total y 637 Nm de par máximo. Esto le permite un 0-100 km/h en 6,5 segundos, bastante rápido para un todoterreno de 2,4 toneladas con la aerodinámica de un ladrillo. La velocidad máxima está a limitada a 156 km/h debido a los neumáticos todoterreno, pero tampoco importa demasiado si utilizas el coche donde es debido.
Land Rover Santana, el verdadero 4×4 para estar de sol a sol
El prototipo Sunchaser es espectacular, pero si hay un todoterreno que se hizo para trabajar de sol a sol, ese es el Land Rover Santana. El Santana fue partícipe del desarrollo del campo y la agricultura en España desde los años 60 hasta bien entrada la década de los 80. Un vehículo super popular que se convirtió en una herramienta de trabajo indispensable para agricultores y ganaderos, aunque su influencia abarcó mucho más allá del mundo rural.
El Santana era una versión del Land Rover Serie II británico fabricada bajo licencia en Linares (Jaén) por la empresa Metalúrgica de Santa Ana, de ahí el nombre «Santana». Se empezó a fabricar en 1958, al principio casi como un calco del modelo inglés, pero con el tiempo fue adaptándose a las necesidades del mercado español.
Y se acabó convirtiendo en un elemento más del paisaje de los olivares de Andalucía y Castilla-La Mancha, de los campos de remolacha de Castilla y León, de los maizales y los viñedos, de las explotaciones ganaderas… Podías ver un Santana llevando corderos en la parte de atrás, cargando pacas de paja o tirando de un remolque como si fuese un tractor. Este sí era, y no precisamente por ocio, un 4×4 para trabajar de sol a sol.
Imágenes Jeep Wrangler 4xe Rubicon Sunchaser Concept





