El sonido es una de las señas de identidad más importantes de un Lamborghini, y me atrevería a decir que incluso por encima de sus puertas de tijera. Estamos acostumbrados a escuchar motores de diez y doce cilindros, atmosféricos, ese sonido agudo que penetra en tus oídos según aumenta de vueltas hasta superar las 8.000 rpm. Es por eso que el hecho de que el Lamborghini Urus haya optado por un V8 de 4.0 litros, sobrealimentado, pudiera generarnos algunas dudas. Para resolverlas ya está aquí el primer vídeo del Lamborghini Urus. Y sí, por fin podemos escuchar cómo ruge esta bestia.
Lamborghini insiste sobre todo en un eslogan. Su mensaje es el de hacer posible lo que podría parecer imposible. Probablemente estén exagerando lo que, si bien es cierto es un movimiento inédito para la marca, no parece una hazaña tan importante, digna de admiración. Sobre todo cuando lo están comparando con hitos como construir una ciudad como Dubai en medio del desierto, el descubrimiento de siete exoplanetas parecidos a la Tierra por Michaël Gillon o la secuenciación del genoma humano.
Lamborghini Urus
En cualquier caso, y más allá de los mensajes publicitarios que envía, este vídeo del Lamborghini Urus nos deja verlo en movimiento en los entornos más variopintos. Podemos ver al Lamborghini Urus rodando sobre asfalto, sobre nieve y sobre tierra, especialmente sobre tierra.
Al respecto de su sonido, Lamborghini insiste que ha sido uno de los aspectos en los que más han trabajado, sobre todo para conseguir la máxima versatilidad y confort, sin perder la esencia de un Lamborghini. Eso quiere decir que muy probablemente estaremos ante el Lamborghini más silencioso y suave que hayamos visto hasta la fecha. Gracias a su selector de modos – Lamborghini lo denomina Tamburo – el Lamborghini Urus ha de ser muy silencioso en el modo Strada. Para que, en el momento en que seleccionemos el modo Corsa, su sonido se acentúe y nos ofrezca un rugido ensordecedor cuanto más subamos de vueltas.
Lamborghini no da muchísimos detalles al respecto, pero sí confirma que ese efecto lo consiguen mediante el sistema de escape. Lo que nos invita a pensar que, como en muchos otros deportivos, y especialmente aquellos que cuentan con motores sobrealimentados, debería contar con un sistema de válvulas de escape que modulen ese sonido, o incluso provoquen detonaciones, ese característico petardeo, que en el día a día puede resultar incluso molesto, pero que en una jornada de circuito o de conducción deportiva nos encanta.
Más imágenes del Lamborghini Urus:
