El tunning es siempre un tema muy polémico a la hora de tratar con los fabricantes automovilísticos. Mientras la mayoría de ellos prefieren no hablar sobre el tema, unos pocos no ocultan su rechazo a estos preparadores. La última en decir alto y claro que no soporta a los preparadores es Jaguar Land Rover, remarcando que su último gran proyecto denominado Special Vehicle Operations pretende acabar de una vez por todas con el tunning y la idea de buscar fuera del fabricante esa mayor personalización.
Preparadores hay muchos y de muchos tipos. Hablar de preparadores en términos generales es lanzarse a una piscina sin agua, pero lo cierto es que son muchos los ejemplos que encontramos en el mercado donde el tunning o preparación de ciertos coches es cuanto menos cuestionable. En una reciente entrevista de TopGear al jefe de diseño de Land Rover Gerry McGovern, éste se mostró tajante en cuanto a la opinión sobre los preparadores que modifican los modelos de Land Rover para ofrecer su propia visión.
Land Rover Range Rover Sport
La idea de que un preparador coja un coche y ofrezca un kit que modifique el diseño es algo que no sienta nada bien a McGovern, defendiendo el enfado ante la falta de calidad de las nuevas piezas introducidas, la ruptura del diseño original y la falta de pudor a la hora de coger una propiedad ajena, modificarla y cobrar por ello. Para luchar contra los preparadores de dudoso gusto que, ciertamente, tienen bastante predilección por modelos como el Range Rover o Range Rover Sport, Jaguar Land Rover ha creado SVO (Special Vehicle Operations).
SVO ha nacido con la seria intención de hacer infinito el catálogo de posibilidades a la hora de personalizar cualquier modelo de la gama Jaguar Land Rover. De este modo son 3 las variantes que encontramos: SVR (la más deportiva), SVAutobiography (la más lujosa) y SVX (el enfoque más extremo). Además, dentro de cada variante existen diversas opciones a nivel de equipamiento, diseño y personalización, respondiendo así a todos aquellos clientes que buscaban fuera de la marca ese toque de personalidad que al fabricante no le hacía ni pizca de gracia.
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