2018 no está siendo el año que Sergio Marchionne imaginó para Maserati. La firma del tridente sigue cayendo en ventas y beneficios, una situación límite que el nuevo CEO de FCA Mike Manley pretende revertir bajo su supervisión personal con importantes cambios. De un modelo de negocio que unían a Alfa Romeo y Maserati bajo una misma estrategia, a un nuevo camino donde Maserati buscará seguir los pasos de Ferrari para ganar enteros en exclusividad y facturación. Un golpe de timón clave donde se juega el futuro de Maserati.
Aunque los últimos planes de negocio presentados por Maserati apuntaban hacia un futuro prometedor con nuevos lanzamientos, lo cierto es que la marca sigue sufriendo la falta de novedades en su gama, ausencias acusadas que no encontrarán solución hasta al menos 2020. Son muchas las veces en las que se ha prometido la renovación de modelos y el lanzamiento de novedades como el Maserati Alfieri, pero la realidad ha demostrado que solo el Maserati Levante ha conseguido aportar frescura.
Maserati Levante
Y a los continuados retrasos en las novedades tenemos que añadir cambios clave que está sufriendo la industria como la caída en desgracia del diésel, la llegada del ciclo WLTP y la ralentización del mercado chino. Hablamos por lo tanto de una tormenta perfecta que ha provocado que Maserati revise a la baja sus previsiones de ventas en 2018 desde las 75.000 a las 50.000 unidades. Aún así, conseguir el objetivo de 50.000 unidades es, salvo milagro, una meta que ya parece inalcanzable dado que durante los primeros 9 meses de 2018 Maserati solo ha entregado 26.400 coches. De Octubre a Diciembre de 2018 Maserati necesitaría colocar 23.600 unidades. El tercer trimestre de 2018 se cerró con una caída de los ingresos del 87% con respecto al mismo periodo de 2017, encontrando una más alarmante caída del beneficio al 2,4% con respecto al 13,8% obtenido en 2017.
Hablamos por lo tanto de una situación crítica en Maserati, motivo por el que Mike Manley ha decido revisar todos los planes que estaban previstos para la marca para asegurar que aún hay esperanza. El primer gran cambio ha sido deshacer la estrategia conjunta de Maserati y Alfa Romeo, una idea que según Manley ha sido un error al tratar a Maserati como una marca de volumen. Por ello el segundo movimiento ha sido volver a otorgarle independencia con la llegada de Harald Wester como su nuevo CEO. Este cambio de rumbo viene de la mano de un nuevo enfoque, buscando seguir los pasos de Ferrari para así aprovechar la tecnología y experiencia de la marca en fabricar coches más exclusivos capaces de elevar considerablemente los márgenes de beneficio. ¿Veremos un programa Icona Ferrari en clave Maserati? Podría ser.
Los futuros coches de Maserati
Pero la verdadera clave sobre el futuro de Maserati está en la necesidad de traer novedades al mercado. Manley ha confirmado que se realizarán más cambios en Maserati durante el cuarto trimestre de 2018, señalando que será durante la primera mitad de 2019 cuando veamos los primeros resultados. El último plan de fabricación 2018-2022 se mantiene, significando esto que Maserati lanzará un Maserati Alfieri Coupé, un Alfieri Convertible y un nuevo SUV por debajo del Levante. A ello se suma un plan de electrificación de toda la gama con propulsores híbridos enchufables y coches 100% eléctricos. De este modo en 2022 deberíamos encontrarnos una Maserati completamente renovada y ya preparada para las exigencias en materia de electrificación. Una empresa difícil, pero que Manley asegura poder llevar a cabo. ¿Será esta vez la definitiva?
Fuente: AutomotiveNews