Ha llegado por fin el momento de conocer a uno de los trabajos más esperados de Mazda en los últimos tiempos. Bautizado como Mazda Iconic SP Concept, la firma nipona nos presenta un prototipo muy sugerente de lo que será su próximo coche deportivo en materia de diseño, ese que podría terminar siendo el próximo MX-5. Pero no todo es estética, pues bajo este planteamiento coupé también nos encontramos toda una declaración de intenciones sobre un futuro donde combinar motores rotativos y eléctricos será posible para hablar de altas prestaciones.
Un futuro deportivo de Mazda se esconde detrás de este prototipo
Convertido en uno de los coches que más ganas teníamos de conocer en el Japan Mobility Show que acaba de abrir sus puertas, el Mazda Iconic SP Concept no ha defraudado y ha sido descubierto como una ventana al futuro del fabricante japonés. Según Mazda no estamos ante un futuro coche de producción, pero lo que sí sabemos es que este Iconic SP esconde mucho de lo que serán los próximos lanzamientos de Mazda en materia de diseño, especialmente en cuanto a lo que podría ser el Mazda MX-5 de quinta generación.
Mazda MX-5
El Iconic SP es un coche de 4,18 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,15 metros de alto, disfrutando además de una batalla de 2,59 metros. Medidas que encajan bastante bien en lo que podría ser un nuevo Miata y que se acompañan de una estética muy deportiva y atractiva. Desarrollado sobre una plataforma específica, lo que también nos encontramos es con un planteamiento de deportivo eléctrico, pero evolucionando la tecnología de propulsión recién estrenada por el Mazda MX-30 R-EV.
Así las cosas, el Iconic SP es capaz de generar 370 CV de potencia máxima en el motor eléctrico que mueve sus ruedas traseras, sin embargo la energía eléctrica empleada proviene de un motor Wankel de dos rotores que actúa como generador. De esta forma, y llevando un paso más allá el esquema R-EV, parece que Mazda nos muestra cómo imagina un hipotético retorno del motor rotativo como corazón de un nuevo deportivo. Debemos recordar que Mazda no fabrica un deportivo con motor Wankel desde el RX-8, si bien su motor de 231 CV movía directamente las ruedas y no tenía rastro alguno de electrificación.
Hidrógeno para salvar el motor rotativo
Además en esta curiosa configuración técnica nos encontramos con otra muestra del futuro de Mazda en cuanto a propulsores, pues el nuevo esquema R-EV diseñado para el Iconic SP está planteado para poder usar hidrógeno como combustible, así como gasolina sintética. De este modo, Mazda reafirma su compromiso con el motor de combustión interna, aunque haciéndolo de tal modo que se consiga la mayor eficiencia.
Para terminar, bajo este concepto de deportivo eléctrico de autonomía extendida, también nos encontramos otra de las claves perseguidas por Mazda, que no es otra que contener el peso al máximo. Por ello, gracias al uso del nuevo esquema R-EV, el Mazda Iconic SP es capaz de conseguir un peso de 1.450 Kg, lo cual es un dato bastante contenido para hablar de un vehículo eléctrico.
