Mazda ha vuelto a sorprendernos. Y de qué manera. Desde hace tiempo ya sabíamos que Mazda estaba trabajando en su primer coche eléctrico y que este aterrizará en los concesionarios el año que viene. Lo que no podíamos imaginarnos es que el resultado sería el Mazda MX-30, un coche eléctrico con cuerpo de crossover, autonomía muy limitada, en comparación con los coches eléctricos que están llegando al mercado actualmente y soluciones tan sorprendentes como las puertas traseras de estilo suicida que en su día utilizaba el Mazda RX-8.
Mazda MX-30: crossover eléctrico, ¡con puertas suicidas!
Mazda ha dado la sorpresa recuperando una de las soluciones técnicas más peculiares que haya empleado Mazda que, para mejorar la practicidad de un coupé como el Mazda RX-8, desarrolló unas puertas traseras pequeñas, de apertura en sentido inverso a las delanteras, y sin pilar central. Una solución que facilitaba acceder a las plazas traseras.
Mazda MX-30
Con el Mazda MX-30 se recupera esta seña de identidad, en un crossover eléctrico que, a pesar de sus dimensiones compactas, no estaba tan limitado por longitud y espacio para recurrir a soluciones tan atrevidas. Con 4,395 metros de longitud, el Mazda MX-30 es tan largo como el Mazda CX-30.
Mazda e-SKYACTIV: la nueva mecánica eléctrica de Mazda
Segunda sorpresa. En un momento en que los fabricantes apuestan por coches eléctricos con baterías cada vez mayores, con más capacidad de almacenamiento y con autonomías que, como mínimo, se acercan a los 400 kilómetros, Mazda se conforma con unas baterías de 35,5 kWh y una autonomía de 200 kilómetros. Para que nos hagamos una idea de lo que eso significa, el Hyundai Kona eléctrico llega a los 300 kilómetros de autonomía con baterías de 39 kWh y 470 kilómetros de autonomía con baterías de 64 kWh.
Según Mazda, su autonomía de 200 kilómetros (según Mazda, cifra aproximada) es más que suficiente para cubrir las necesidades de movilidad diaria. Mazda habría preferido reducir peso, y por lo tanto consumo energético. También imaginamos que ese hecho propiciará un precio más ajustado. No obstante, no deja de sorprendernos y Mazda de nuevo busca romper con lo establecido.
De momento, poco sabemos de las prestaciones concretas de su motor, que se espera esté en el entorno de los 105 kW (140 CV de potencia). Sí sabemos que contará con una nueva iteración del sistema de distribución vectorial de Mazda, optimizado para su mecánica eléctrica.
En cuanto a la carga de las baterías, Mazda nos cuenta que aceptará cargadores de hasta 50 kW, en los que tardaría en cargarse por completo 40 minutos. En casa, en un enchufe convencional, la carga tardaría alrededor de 14,3 horas. No obstante, lo recomendable, en todos los casos, es instalar un Wallbox, un punto de carga de eléctricos, que agiliza mucho el proceso de carga.
En los próximos días os seguiremos hablando del Mazda MX-30 que, con sus puertas suicidas, y su particular propuesta eléctrica, llegará a los concesionarios en 2020.
Más imágenes del Mazda MX-30: