El Mazda MX-5 es uno de los coches más divertidos que existen actualmente. Su fórmula apenas ha variado desde su lanzamiento en 1989, y la gran disponibilidad de unidades hace que su precio, aunque haya aumentado últimamente, no se haya disparado. Es una base muy agradecida para todo tipo de modificaciones y preparaciones. Los swaps de motor están a la orden del día en la comunidad del MX-5, pero aun hay margen para la sorpresa. Y para muestra, este Mazda MX-5 del año 1999: pesa menos de 700 kilos y tiene un motor capaz de superar las 13.000 rpm.
Mazda MX-5
Es la obra de ReedMakeCar, un youtuber estadounidense que lleva más de diez años modificando el pequeño deportivo de Mazda. En el mundo de las modificaciones de Mazda MX-5 son habituales las instalaciones de turbo o compresor en sus motores, así como swaps de motor de todo tipo: existen MX-5 con motor rotativo, con motores V8 estadounidenses, con motores K-Series de Honda e incluso con motores de Suzuki Hayabusa de 1,3 litros. Por ello, Reed decidió crear un MX-5 muy diferente: ultraligero, y con el motor de una moto superdeportiva de litro.
Sacó del coche el motor de cuatro cilindros turboalimentado que tenía montado en su MX-5 NB del año 1999, y optó por montar el motor de cuatro cilindros y un litro de una Honda CBR 1000RR del año 2008. Un propulsor que de serie desarrollaba 175 CV a 12.000 rpm, y que es capaz de girar por encima de las 13.000 rpm. Para compensar la pérdida de par motor, que es de solo 115 Nm en este propulsor, Reed ha retenido el desarrollo de serie de la caja de cambios de la moto, que sigue siendo de accionamiento secuencial y seis relaciones.
Este desarrollo ultra-corto está acompañado de un tremendo aligeramiento del vehículo, con el objetivo de ofrecer una experiencia de conducción purista y visceral. Reed cortó trozos innecesarios del chasis del coche, eliminó todo el cableado y equipamiento del coche e incluso los cristales, dejando solo el parabrisas en posición. El salpicadero solo conserva su mitad superior y dos baquets de metal reemplazan a los asientos originales. Gracias a ello, el coche, con su motor de Honda CBR 1000RR, solo pesa 689 kilos en orden de marcha.
Es un peso más cercano al de un Caterham Seven que al peso de un MX-5 de fábrica. Este peso pluma permite al coche comportarse como un kart crecido, ofreciendo un rendimiento elevado y unas prestaciones sobresalientes. En el canal de YouTube de Reed tenéis un vídeo donde explica paso por paso cómo creó este coche. Y si pensábais que esta era su forma final… debéis saber que en estos momentos el motor de este MX-5 está en proceso de ser sobrealimentado por un turbo, en busca de más par motor, más prestaciones y un carácter aun más visceral.