En Diariomotor somos unos fans empedernidos del Mazda MX-5, hasta el punto que tres de mis compañeros tienen uno en su haber y aquí un servidor quiere hacerse con un NA. Y junto a ese gusanillo del Miata está también el gusanillo de mejorarlo o incluso potenciarlo. Pero no hasta el punto del que ha sido bautizado como Flyin Miata, o lo que es lo mismo, un MX-5 ND con swap a un V8 LS3 de 525 CV que ahora puede ser tuyo.
Esta obra que solo un petrolhead de pura cepa podría llevar a cabo es por cortesía de Flyin Miata, empresa que se dedica en cuerpo y alma a crear piezas para modificar a MX-5 de todas las generaciones. Pero esta unidad en concreto que hoy nos ocupa es el Flyin Miata original, lo que le da un plus de exclusividad al coche junto a la infinidad de mejoras que esconde.
Así es el MX-5 ND que con un V8 de 525 CV que puede ser
Mazda MX-5
A nivel estético lo cierto es que no encontramos demasiados cambios, o al menos no lo suficientes como para sospechar que el cuatro cilindros atmosférico ya no es el encargado de mover al deportivo nipón. Y es que las principales modificaciones son «simplemente» un splitter delantero más agresivo, llantas Kogeki de 17 pulgadas, barra anti-vuelco y un difusor hecho a medida que ahora acoge una salida de escape doble en posición central.
Irónicamente lo que más nos puede hacer advertir la nueva naturaleza de este Mazda MX-5 es la pegatina que luce sobre el capó, y la cual hace alusión al LS3 que este esconde. Y es que ahí reside el principal punto álgido de esta creación: su motor. Se trata de un V8 de 6.2 litros extraído directamente de un Chevrolet Corvette y que ha sido potenciado hasta los 525 CV y 658 Nm de par.
Este se encuentra maridado por una caja de cambios manual de seis relaciones Tremec T56 Magnum, diferencial trasero de un Pontiac G8, suspensiones Fox Racing, cremallera de dirección hidráulica, frenos Wilwood y un sistema de escape nuevo que ayuda a enfatizar la sinfonía del V8. También se ha instalado un sistema de admisión y un radiador de mayor rendimiento y un depósito de gasolina de mayor capacidad.
Pero lo más purista que encontramos en este MX-5 es la supresión total del control de estabilidad y de tracción, dejando como único ángel de la guarda al sistema de ABS. Es decir, que son solo máquina y conductor son los que están presentes en este binomio tan divertido como seguramente tan solo apto para manos expertas en caso de querer ir al límite.
Sea como fuere, el odómetro del Flyin Miata refleja apenas 16.000 millas, o lo que es lo mismo, algo más de 25.000 kilómetros. Y según el informe de tráfico se trata de un coche libre de accidentes para tranquilidad de su futuro propietario, el cual va a necesitar una economía bien saneada para poder hacerse con este Mazda MX-5.
Y es que en el momento en el que se escriben estas palabras la puja por el Miata con motor V8 va por los 55.000 dólares, una cifra considerable. Esta finaliza en tres días, por lo que muy posiblemente termine superando holgadamente la barrera de los 60.000 e incluso 70.000 dólares, precios igualmente altos pero que se encuentran relativamente compensados por la alta ingesta de modificaciones que ha afrontado el deportivo japonés.