El Mazda MX-5 es de esos coches que colecciona piropos de (casi) todos los conductores. O mejor dicho: de todo aquel que se ha subido a uno y ha conocido las bondades tanto de su chasis como de su caja de cambios. Tiene la receta perfecta: mantenimiento justo, consumo equilibrado, un amplio mercado aftermarket… y precios al alcance de la mayoría de los bolsillos en el mercado de segunda mano. O, al menos, tenía. De un tiempo a esta parte, el Miata vive una burbuja que, de momento, no parece tener fin: ¿en qué momento el deportivo asequible… dejó de ser asequible?
Esta es la pregunta que llevo varios meses planteándome. En mi garaje tengo un Mazda MX-5 NC: el patito feo para la mayoría de los fans del Miata, el más ‘disfrutón’ para mí porque te permite un uso más cómodo a diario y a la hora de viajar. Sí, viajar: algún día os contaré cómo fue mi primer ‘road trip’ desde Madrid hasta Mónaco por la Costa Brava y la Costa Azul, pero, ahora, volvamos al tema que nos ocupa. Ya sea por ‘defecto profesional’ o por interés, de vez en cuando echo un vistazo al mercado de segunda mano: si lo pusiera a la venta hoy no perdería dinero.
Mazda MX-5
El coche llegó en 2016 con 100.000 kilómetros: desde entonces ha recorrido 90.000 kilómetros y ha recibido su correspondiente dosis de ‘chuches’ en forma de llantas de un Mazda RX-7 FD, estabilizadoras de un Mazda RX-8, escape Cobalt, suspensión Bilstein B12 Pro-Kit o pantalla Sony Xavax100 para el sistema de infoentretenimiento con Android Auto y Apple Car Play, entre otros. ¿Cómo puede ser posible que seis años después pueda vender mi Mazda MX-5 NC por lo mismo? Bienvenidos a la burbuja del Miata que comenzó con el NA y ya abarca sus cuatro generaciones.
El coche divertido y ¿asequible?
Durante muchos años, el Mazda MX-5 ha sido el coche preferido por aquellos que buscan diversión asequible en el mercado de segunda mano: a los más ‘petrol head’ les encandila su comunicativa dirección, su chasis ágil y su tracción trasera mientras que a otro tipo de público le atraía la idea de tener un biplaza descapotable de dos asientos con apariencia deportiva a cambio de una cifra moderada.
Independientemente del perfil, en ninguno de los dos casos estaban obligados a hacer una enorme inversión para acceder a él, llenar su depósito o mantenerlo. Algo que podría estar llegando a su fin. Un informe de la aseguradora Hagerty desvela que los precios del Mazda MX-5 se están disparando, especialmente los modelos pertenecientes a la primera generación (NA) que ya están arrastrando a algunas unidades más especiales de la segunda (NB). En 2021, en Estados Unidos los precios subieron, de media, 2.800 dólares y en los últimos cinco años han crecido un 130%: casi el doble de la media nacional.
¿Por qué el Mazda MX-5 NA?
La pregunta es inevitable. El precio de los deportivos japoneses, en general, ha crecido, pero son varios factores los que contribuyen a que el precio de un modelo en concreto se dispare en el mercado de segunda mano. Uno de ellos es la escasez, pero este no es el caso: Mazda fabricó más de 400.000 unidades de la primera generación y muchos de ellos están en buenas condiciones. Otros motivos son el caché, el rendimiento, la nostalgia…
Aunque el mundo ha cambiado, el Mazda MX-5 NA no ha pasado de moda: combinó el estilo de los roadster británicos con la calidad de construcción y la fiabilidad de los modelos japoneses… y fue un éxito inmediato. Tras él llegaron el NB (1999-2005) y el NC (2006-2015) que se alejaron progresivamente de la pureza del NA. El ND, la cuarta generación y, de momento, la actual, intenta regresar al concepto ‘jinba ittai’ del primer Miata, pero salta a la vista que el NA sigue siendo el ‘sui generis’.
Nuevos seguidores
Ahora está encontrando nuevos seguidores: compradores jóvenes que nacieron demasiado tarde para disfrutar de sus primeras generaciones. Según el informe de Hagerty del que os hablaba antes, los nacidos entre 1965 y 1981 no tienen mucho interés porque, tal vez, crecieron con ellos… pero los ‘millennials’ y los ‘Z’ son otra cosa: incluso teniendo un presupuesto ajustado podían acceder a un NA o NB. No eran los únicos: a ellos hay que sumar los pre-boomers y los boomers. Conductores con más edad y más ingresos que no tienen problemas a la hora de hacer una mayor inversión.
Tanto el NA como las generaciones posteriores comparten algunos rasgos en común: hay un amplio ‘after market’ que te permite personalizar el coche y, sobre todo, mejorar su rendimiento y te permite, a ti mismo, hacer algunas labores de mantenimiento siempre que no lo hayas maltratado imprudentemente o lo hayas estrellado.
Es un coche que te da mucho a cambio de muy poco: es divertido, es simple, es fiable, es equilibrado y sobre el asfalto te permite conducir al límite sin arriesgar tu vida. Estos ingredientes siempre serán parte de la receta del MX-5 si Mazda no sufre un ataque de locura y decide cambiar todo. Sin embargo, en términos de asequibilidad… las cosas están cambiando. En Estados Unidos un NA se mueve dentro de una horquilla de 5.000-10.000 dólares: en España las cosas no son muy diferentes.
Un Mazda MX-5 de segunda mano en España
Recuperando mi afición por observar el mercado de segunda mano, en los últimos meses he visto un constante crecimiento en los precios de las diferentes generaciones del Mazda MX-5: vosotros mismos podéis comprobarlo echando un ojo a las páginas de anuncios de coches. Y las cosas no son muy distintas en las aplicaciones de compraventa.
Filtrando la búsqueda por generaciones, el Mazda MX-5 NA más barato nos saldría por 6.500 euros y el más caro por 13.000 euros: los encontraréis por menos, pero en dudoso estado de conservación o, directamente, para piezas. ¿Vale eso? No lo creo, sinceramente: con el más mínimo incidente, una aseguradora, probablemente, lo declarará siniestro total basándose en las famosas tablas del valor venal de los vehículos… y nos quedaremos compuestos y sin Miata.
La burbuja de los NA se está extendiendo a los NB que oscilan entre los 4.500 y los 15.000 euros. En el caso de los NC nos moveríamos entre 8.000 y 17.000 euros (e, incluso, 22.000 si se trata de un NC2) mientras que los precios de algunos ND (17.500-32.000 euros) se acercan mucho a los de un modelo nuevo: aquí, quizás, impulsados por la crisis de los semiconductores y los tiempos de espera.
En definitiva, si siempre has querido tener un Mazda MX-5, este es tu momento: puede que dentro poco tiempo pierda definitivamente su etiqueta de asequible o, incluso, esa subida lo sitúe al mismo nivel de precios que otros deportivos más serios.