El regreso del motor rotativo a Mazda es por fin una realidad y el próximo año 2023 lo podremos ver en las calles. Tras no pocos vaivenes en su desarrollo e implementación, Mazda por fin ha encontrado la mejor forma de resucitar el motor rotativo, haciéndolo a través de un interesante sistema de propulsión híbrido al más puro estilo Honda HR-V o Nissan Qashqai e-Power e instalándolo en el peculiar Mazda MX-30. ¿Preparados para conocer cómo será el regreso del motor rotativo?
En Mazda llevan bastante tiempo trabajando en el regreso del motor rotativo, pero descartada la posibilidad de usarlo como motor único y principal por sus elevadas emisiones, los ingenieros de la firma japonesa se pusieron a trabajar en un planteamiento donde las ventajas del motor rotativo saliesen a relucir y sus defectos quedasen en un segundo plano.
Mazda MX-30
Este planteamiento no podía ser otro que el de hacer funcionar al motor Wankel como un generador eléctrico, un desempeño perfecto para un propulsor rotativo dado el escaso volumen que requiere este tipo de mecánica para su ubicación, el bajo peso y la mayor eficiencia que consigue trabajando a regímenes constantes. De este modo, Mazda tenía entre manos una solución en teoría ideal para conseguir fabricar eléctricos que no sufrieran el mal endémico de esta generación, que no es otro que el uso de costosas y pesadas baterías por tal de ofrecer autonomías reales de al menos 300-400 km.
Combinando una batería capaz de suministrar energía eléctrica suficiente para unos 200 Km y un extensor de autonomía basado en un motor rotativo, hablar de viajes de larga distancia es solo cuestión de instalar un depósito de gasolina de mayor o menor capacidad. Así las cosas, en un primer momento Mazda planteó esta idea con el objetivo de crear un MX-30 que usase el extensor de autonomía solo en casos puntuales, pues la capacidad de la batería sería suficiente para asegurarnos el poder desplazarnos en modo 100% eléctrico en trayectos de baja y media distancia.
Pero ahora Mazda ha cambiado de opinión y, en lugar de desarrollar un MX-30 eléctrico con un extensor de autonomía que solo funcione en emergencias o largos trayectos, ha decido replantear el proyecto para dar vida a un MX-30 que se acerque al planteamiento del híbrido en serie, un concepto donde la autonomía eléctrica que brinda la batería es menor y por lo tanto el generador trabaja de forma mucho más frecuente.
Este cambio de enfoque realizado por Mazda responde a la intención de contener los gastos de esta nueva versión del MX-30, pues el primer diseño obligaba a usar una batería de mayor capacidad. Con el esquema híbrido en serie, y a pesar de poder seguir pudiendo recargar las baterías a través de un enchufe, el coste del MX-30 será inferior. Para hacernos una idea de lo que nos plantea Mazda con este cambio de rumbo, el objetivo de este MX-30 híbrido es llevar al mercado una tecnología similar a la usada por los Honda HR-V y Nissan Qashqai e-Power, una tecnología donde los motores gasolina funcionan como generadores eléctricos para alimentar un motor eléctrico, que es el que en realidad mueve las ruedas del coche.
Por lo tanto, el renacimiento del motor rotativo se producirá en 2023 a través de un Mazda MX-30 que obligará al propulsor Wankel a tener un papel mucho más protagonista en la conducción. Sí, las ruedas de este MX-30 serán movidas por un motor eléctrico, pero la energía de este propulsor eléctrico provendrá en su mayoría de quemar gasolina en un motor rotativo.
Fuente: AutomotiveNews