Si los coches autónomos acaban siendo una realidad y se popularizan entre la sociedad, algo que es bastante probable que suceda, todo va a cambiar mucho con el paso de los años. Si todavía no tienes demasiados años, es más que probable que tus nietos ya nunca aprendan a conducir. Y cosas como el seguro de coche podrían ser historia.
Adiós a aprender a conducir
Sacarse el carnet de conducir es algo que para muchos ha sido una ilusión. Preparar el examen, aprobarlo, o tener que repetirlo en aquellos casos en los que se ha suspendido, ha formado parte de la historia de cualquier joven.
Sin embargo, con la llegada de los coches autónomos, empezarían a desaparecer aquellos coches que se conducen por una persona. De hecho, ya hay muchos proyectos de vehículos que no contarían ni siquiera con volante. Sin ir más lejos, Elon Musk quería que el nuevo coche económico de Tesla pensado para ser un robotaxi no contara con volante ni pedales.
Aunque el coche de Tesla finalmente sería modular y daría la posibilidad de retirar volante y pedales cuando lo de la conducción autónoma esté más avanzado, la cuestión está en que los coches autónomos que no se conducen por personas van a llegar, y no van a tardar demasiado en llegar.
Las nuevas generaciones no sabrán ni lo que es conducir
¿Has enviado un SMS con uno de los teclados de los móviles antiguos, teniendo que pulsar repetidas veces un número para introducir una letra determinada?
La nueva generación de jóvenes no ha hecho eso en la vida. Ni lo hará nunca. Para ellos no existe la necesidad de abreviar los mensajes para que quepan en un solo SMS, ni para escribirlos más rápido con un teclado de esas características.
Es más, esas generaciones no saben qué es llamar desde una cabina, o hacer planes y dejarlos listos para quedar una semana después y no hablar hasta entonces. Las nuevas generaciones seguirán el mismo camino en lo que respecta a conducir.
Listos únicamente para conducir por Madrid
Y eso no significa que no puedan conducir de vez en cuando, o subirse a un kart a ver qué es eso de competir en un circuito.
Pero sin la necesidad de conducir para desplazarse, difícilmente dedicarán tiempo a aprender a conducir de forma segura, a entender algunas claves como el uso de los pedales, los cambios o los intermitentes. Respecto a las rotondas no hay nada que decir, porque seguirá existiendo el mismo debate sobre cómo tomarlas.
Los pocos que lleguen a conducir un coche, únicamente sabrán conducir por Madrid, donde no es necesario aplicar ninguna de las normas de circulación que uno aprende al obtener el carnet de conducir, y donde el avistamiento de un intermitente es considerado una observación de un objeto volador no identificado.
¿Realmente esto puede suceder pronto?
No estamos ni mucho menos lejos de que esto suceda. Supongamos que cada generación implica un salto de 20 años. Aquellos con 40 años disfrutarán de su nieto recién nacido en este momento. Si ya han comenzado las pruebas de coches autónomos y los hay circulando, ¿cuánto tardaremos en que se popularicen y sean el estándar?
Hace 25-30 años estaban saliendo al mercado los primeros modelos de Fiat Punto y de Ford Focus. Hace 30 años la Tesla de Elon Musk ni siquiera existía. ¿Cuánto más vamos a avanzar en este tiempo? Dentro de 20 años, cuando el nieto se plantee sacarse el carnet, ¿qué coches habrá?
Y si eres más joven de 40 años, o calculamos un salto generacional de 25 años, entonces el tiempo que queda queda para que tus nietos lleguen a plantearse sacarse el carnet de conducir puede ser más del que queda al sistema humano antes de su colapso.
Adiós a los seguros obligatorios
Con la reciente noticia del proyecto de ley de Reino Unido que culparía a los fabricantes de vehículos autónomos de los accidentes, cabe pensar entonces en la utilidad de los seguros obligatorios. ¿De qué sirve tener un seguro a terceros si no vamos a ser los responsables de ningún accidente? De nada.
Es más, inevitablemente esto nos lleva a una cosa. Si los propios fabricantes van a ser los responsables, y si los coches van a poder desplazarse solos de un lugar a otro, ¿no es lo mejor un servicio de alquiler por uso?
¿Para qué tener un coche parado en el garaje cuando pueden estar todos circulando? Solo tendríamos que pedirlo y hacer que nos recoja en la puerta.
Coches autónomos más seguros que los conductores humanos
Pero vayamos a pensar en un futuro donde convivan los coches autónomos y los coches con conductor humano. Y vamos a pensar en un futuro donde la afición a conducir no se pierda y no sea solo algo destinado a los circuitos.
Incluso así, es muy probable que veamos que los seguros son más baratos cuando los coches no van a ser conducidos por humanos. Ya hoy en día hay aseguradoras que han hecho estudios que confirman que los coches autónomos son más seguros que los conductores humanos.
Solo hay que pensar en cómo una aseguradora valorará la cuota de un seguro para un coche que se conduce solo respecto a la cuota de un conductor que se acaba de sacar el carnet porque le encantan los coches. ¿Cuántas posibilidades hay de que ese conductor que prefiere llevar el volante antes que tener un chófer inteligente sea una persona a la que le guste correr con el coche?
Si parecía que los coches eléctricos iban a ser un cambio radical para el mundo de los coches, solo hay que esperar a la llegada definitiva de los coches autónomos.
¿Qué será del trabajo de quien se gana la vida conduciendo? ¿Qué será de los vendedores de coches y de los concesionarios si los fabricantes pasan a un modelo de alquiler por uso? ¿Qué será de los medios especializados en motor? Y lo más importante para toda la humanidad: ¿Qué será de los redactores que escribimos artículos sobre coches?
Aunque claro, si el futuro de los coches autónomos depende de Cruise, al menos ninguno de nosotros veremos cómo todo esto se hace realidad.
