Todos somos conscientes, a estas alturas de la película, de lo mucho que se han encarecido los precios de los coches nuevos. Esta espiral inflacionista ha sido especialmente severa con los coches de disfrute, entre los que están los compactos deportivos. No solo por el aumento de precios generalizado, si no por las multas que deben pagar a causa de sus elevadas emisiones. Ningún deportivo del segmento C se escapa, ¿o hay excepciones? ¿Y si te dijéramos que aun es posible estrenar todo un Hyundai i30 N por solámente 31.400 euros?
Tiene que haber truco, ¿verdad? Más que un truco, un pero – al que llegaremos en breve. En primer lugar queremos aclarar que el Hyundai i30 N en oferta no es un i30 con acabado N Line, y no pertenece a unidades matriculadas. No es un coche seminuevo ni usado, es un coche a estrenar. El gran «pero» con el que tendrás que convivir es que se trata de una versión de 250 CV. No es un Hyundai i30 N Performance, y si te decides a comprarlo tendrás que vivir con un grado de deportividad inferior al de su primo de Zumosol. ¿Pero es realmente una mala compra?
¿En qué se diferencia el i30 N «a secas» del i30 N Performance?
Hyundai i30
En verdad, la diferencia menos importante entre los dos i30 N está en su motor. En los Performance el 2.0 T-GDi desarrolla 280 CV, mientras que en las versiones de acceso se conforma con 250 CV y 353 Nm de par motor máximo. Es una cifra de potencia igualmente alta, pero está más cerca de la de un Volkswagen Golf GTI que la de un Ford Focus ST. A nivel prestacional puro y duro el 0 a 100 km/h se completa en 6,4 segundos en los i30 N de 250 CV, y medio segundo más rápido en los Performance. Ambos están limitados a 250 km/h de velocidad punta.
Sin embargo, el i30 N Performance tiene una seria de «chucherías» que el i30 N de 250 CV no tiene. Hablamos de un equipo de frenado de mayor calibre – discos delanteros de 345 mm de diámetro frente a 330 mm – llantas de 19 pulgadas con neumáticos más anchos, y un sistema de escape con una melodía más sugerente. Sin embargo, el elemento que marca la diferencia es un diferencial autoblocante mecánico controlado electrónicamente. Este autoblocante permite una mayor precisión de guiado a ritmos elevados y es muy apreciado por cualquier petrolhead.
¿Estarías dispuesto a prescindir de estos extras? La diferencia de precio es considerable: la oferta del i30 N de 250 CV deja su precio en solo 31.400 euros, pero si queremos un i30 N Performance tendremos que pagar al menos 38.000 euros. Si queremos un cambio automático solo podremos escoger un i30 N Performance, ya que la versión de acceso solo está disponible con cambio manual. Si finalmente optamos por un i30 N de 250 CV, para acceder al precio de 31.400 euros en oferta tendremos que financiar la compra del vehículo.
La financiación es a cuatro años, y es un tanto peculiar: exige que solicitemos a la financiera la friolera de 30.400 euros, además de aportar una entrada de 1.000 euros. Tras pagar 46 cuotas de 524,73 euros aun nos quedará pagar una última cuota de casi 15.000 euros. La TAE es elevada, del 10,15%. Podemos optar por una financiación multiopción con condiciones económicas mas favorables, pero el precio del coche aumenta hasta los 33.815 euros, y estamos limitados a un kilometraje anual de 15.000 km como máximo.
Fotos del Hyundai i30 N