Que los coches nuevos son cada vez más pesados no es un secreto. Durante unos años la tendencia al engorde de los coches logró revertirse, pero la llegada de la electrificación ha tirado por la borda los tímidos avances logrados en la última década. Este cambio de paradigma está aun en sus primeras fases, y al menos de momento, las baterías de los coches eléctricos son realmente pesadas. Esto ha motivado que coches como el BMW i7 xDrive60 tengan un peso de 2.715 kilos. Y la marca ya ha admitido que no el futuro BMW XM enchufable será aun más pesado.
El BMW Serie 7 comenzó su andadura en los años setenta con un peso inferior a los 1.500 kilos. Hablando de la generación saliente del Serie 7 – de código interno G11 – su versión más ligera ya pesaba 1.955 kilos – incluso habiendo recibido innovaciones como el monocasco Carbon Core, orientadas a mantener su peso a raya. El motivo de que el BMW i7 sea tan pesado se debe en gran parte a su batería de 102 kWh de capacidad, pero también a su enorme equipamiento y elementos de lujo – un asiento calefactado, ventilado, eléctrico y con masaje puede pesar 100 kilos.
BMW XM
Si hablamos de otro de los pesos pesados de BMW, las versiones enchufables del BMW X7 tienen un peso en orden de marcha de casi 2.500 kilos. En una entrevista con el medio australiano Car Sales, el ingeniero Christoph Fagschlunger, jefe de proyecto del nuevo BMW Serie 7, afirma que posiblemente estamos en el momento con los coches más pesados de todos los tiempos. Pero arroja algo de luz al respecto: cree que de ahora en adelante, aunque el mercado se vaya a electrificar al completo, los coches adelgazarán de forma considerable.
Con todo, no conviene olvidar que en Europa, la masa máxima autorizada (MMA) para vehículos que pueden conducirse con el carnet B es de 3.500 kilos. BMW afirma que coches como el i7 no tendrán una MMA superior a los 3.500 kilos. Tampoco la tendrá el futuro BMW XM, pero reconoce que este vehículo será aun más pesado que el BMW i7. El BMW XM será el primer coche exclusivo de BMW Motorsport, y será un gigantesco SUV deportivo con mecánica híbrida enchufable de alto rendimiento – combinará una batería generosa con un motor V8 biturbo de combustión.
Sus dimensiones superarán los cinco metros, y todo apunta a que en orden de marcha coqueteará peligrosamente con las tres toneladas. Aunque no hará falta sacarse el carnet de camión para conducirlo, estaremos ante un coche realmente pesado – eso sí, no dudamos en que camuflará su peso maravillosamente en movimiento. La noticia es que el primer coche desarrollado ad-hoc por BMW Motorsport está en un plano diametralmente opuesto a los valores originales de la división deportiva de BMW. Pero la noticia también tiene tintes de optimismo.
Christoph afirma que los coches posiblemente no seguirán creciendo de tamaño, y que en un futuro cercano las baterías serán más ligeras. No solo porque su densidad energética aumentará, si no porque la eficiencia de los coches eléctricos permitirá que no sea necesario montar enormes baterías en sus bajos. Además, se ahorrará peso en aislamiento acústico gracias a sistemas de cancelación activa de ruido. La evolución en materiales también ayudará a aquilatar las cifras de los coches del futuro en la báscula.
Fotos del BMW XM Concept