Para muchos, coches como el Porsche Cayenne son una auténtica aberración, pero lo que no debemos olvidar es que coches como el Cayenne salvaron en su día a una Porsche que estaba al borde de la quiebra, y que coches como este permitan que sigan existiendo los 911 y 718 Cayman, por ejemplo. Sea como fuere, el Cayenne es hoy en día mucho más que un salvador, sino también como uno de los SUV más dinámicos y eficaces del momento, y quiere seguir siéndolo con su última renovación.
Concretamente, la casa alemana ha sometido a un restyling a la tercera entrega de su buque insignia SUV, lo que implica novedades estéticas, tecnológicas y mecánicas. Y aunque bien es cierto que Porsche aún no ha compartido datos, ya se ha confirmado que con este lavado de cara el Cayenne recibirá una variante 100% eléctrica.
Análisis en vídeo del Porsche Cayenne
Porsche Cayenne
El Porsche Cayenne se renueva, y quiere seguir siendo la referencia
Pero centrándonos en el apartado estético, el Cayenne hereda elementos propios del Taycan, el primer 100% eléctrico de la firma de Stuttgart. Esto lo vemos reflejado en los faros delanteros, los cuales presentan un diseño más cuadrado de la mano de una nueva firma LED matricial. El lateral deja patente el parentesco con llantas de nuevo dibujo -y que pueden ser de 20, 21 o 22 pulgadas- entre los que se encuentra un modelo semi-carenado con el que se busca mejorar la aerodinámica y, por ende, la eficiencia.
La zaga, por su parte, recurre a unos pilotos unidos entre sí por medio de una tira LED que, aunque bien es cierto que no cambian demasiado en diseño, ahora se encuentran encerrados por completo en una cúpula de cristal, otorgándole así una mayor similitud con el Taycan, modelo que está claro que marca la ruta del nuevo lenguaje de diseño de Porsche.
Pero el cambio más abrupto que presenta el nuevo Cayenne lo encontramos, sin lugar a dudas, en su interior. Y es que por primera vez en la historia del SUV alemán este puede equipar hasta tres pantallas: un cuadro de mandos digital de 12,6 pulgadas con un diseño curvo y que prescinde de la visera superior; una pantalla central de infoentretenimiento de 12,3 pulgadas con Spotify y Apple Music integrados y una pantalla opcional de 10,9 pulgadas para el pasajero.
A partir de esta se tendrá acceso no solo a las principales funciones de entretenimiento, tales como reproductor de películas, sino también información en tiempo real de lo que está pasando en el coche. Además, el selector de cambios pasa a estar ubicado en el propio salpicadero, a la derecha del volante, dejando así una consola central más despejada. Y aunque se mantiene el tradicional arranque a la izquierda, ahora se ha sustituido la simulación de la llave por un botón normal y corriente, y tal vez eso no le guste a los más puristas.
Sea como fuere, todos estos cambios son aplicables en el Cayenne Coupé, variante que, por cierto, puede equipar un paquete opcional con el que se ahorra 33 kilos de peso. Y aunque bien es cierto que para muchos es innecesario en un vehículo de la envergadura del SUV alemán, no debemos olvidar que estamos ante uno con una puesta a punto bastante trabajada. Así lo deja patente el sistema de suspensión con muelles metálicos, el cual se combina con el bautizado como Porsche Active Suspension Management (PASM).
De esta manera, el Cayenne absorbe las imperfecciones del asfalto con un sistema de dos válvulas capaces de separar los trabajos de comprensión y rebote. Así, el SUV de Porsche es capaz de adaptarse en función de las condiciones del asfalto y, sobre todo, del estilo de conducción. Pero para aquellos clientes que quieran ir un paso más allá siempre pueden optar por la suspensión neumática que ofrece en opción la marca, y que puede ser crucial para quien quiera vivir una experiencia más aventurera con el nuevo Cayenne.
Ahora con hasta 83 kilómetros de autonomía en modo eléctrico
Pero lógicamente nada de esto tendría sentido sin un elenco de motores apropiado. Así, el nuevo Porsche Cayenne llega a Europa con, de momento, tres opciones mecánicas. La «básica» está representada por el V6 de 2.9 litros sobrealimentado por turbo, motor que ahora produce 353 CV y 500 Nm de par. A su vez, dicho motor es inequívoco protagonista en el Porsche Cayenne E-Hybrid, variante que, de la mano de un propulsor eléctrico al que se le ha incrementado la potencia hasta los 130 kW, logra aumentar la potencia total hasta los 470 CV.
Sin embargo, el punto álgido de esta versión PHEV del SUV alemán reside en que la capacidad de la batería ha aumentado hasta los 25,9 kWh, logrando así una autonomía en modo eléctrico bajo el ciclo WLTP -y en función de opcionales- de 83 kilómetros. Además, gracias a un cargador de a bordo de 11 kW esta es capaz de recuperar su capacidad en menos de dos horas y media.
Y por otra parte nos encontramos con el Cayenne S, versión que nada a contracorriente dejando atrás el V6 en pro del archiconocido V8 de 4.0 litros biturbo, motor que ha sido refinado para la ocasión. Ello deriva en un Porsche Cayenne S que declara 474 CV y 600 Nm de par, cifras que le permiten culminar el 0 a 100 en unos nada despreciables 4,8 segundos tanto con carrocería convencional como Coupé.
Sea como fuere, de momento Porsche no ha hablado ni de más versiones ni de precios, aunque ambas incógnitas serán resultas a lo largo de este mismo año y del 2024.