En julio de 2023, Hyundai publicó, tras varios meses de imágenes camufladas y datos que llegaban cuentagotas, toda la información sobre el IONIQ 5 N. Es la versión más deportiva y prestacional de su primer coche eléctrico concebido como tal desde cero, el cual lleva en el mercado desde 2021 y destaca por contar con la velocidad de carga más rápida de su categoría. Ahora, en febrero de 2024, ya conocemos su precio y, si bien se trata de una cifra elevada, resulta baja con relación al rendimiento que ofrece.
Potencia a la carta sin añadir más pistones ni cilindrada
Aunque puedes leer los detalles sobre sus novedades en nuestro artículo del pasado año, el IONIQ 5 N es, a grandes rasgos, el automóvil de producción más potente que ha creado Hyundai en toda su historia. Cuenta con dos motores (uno por eje), por lo que dispone de tracción integral, que desarrollan conjuntamente 650 CV. Además, cuenta con dirección en ambos trenes, una puesta a punto del chasis claramente orientada a una conducción deportiva (incluso en circuito) y una aerodinámica a la altura.
Hyundai IONIQ 5
El primer vehículo 100% eléctrico desarrollado por la división N de la marca surcoreana lleva instalada una pila con 84 kWh que admite recuperaciones de energía a 350 kW en CC. Homologa 448 km de autonomía según ciclo WLTP y alimenta ambos propulsores. Gracias a su inmensa fuerza, acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 s y alcanza 260 km/h. En coches térmicos, subir la potencia sólo es posible a base de equipar impulsores mucho más grandes o de reducir los márgenes de fiabilidad, pero en los BEV, sale casi «gratis».
Con 650 CV a 120 €/CV, no hay coche eléctrico más potente que cueste menos dinero
Con un precio de partida de 78.000 €, el Hyundai IONIQ 5 N 2024 no es un producto barato en términos absolutos, pero si se relativiza esa tarifa, lo cierto es que no tiene rivales por su extraordinaria y ventajosa relación entre coste y prestaciones. De hecho, el modelo más próximo por sistema de propulsión y nivel potencia es el Tesla Model S en su versión básica. Declara 670 CV. Sin embargo, es 17.000 € más caro y 31 cm más largo, ergo menos práctico.
Y es que, al margen de sus capacidades sobre el asfalto que, a falta de evaluarlas, nos crean altísimas expectativas, este es un automóvil polivalente. Su longitud de 4,72 m, sus 5 puertas y 5 amplias plazas, así como sus 480 l de maletero pueden convencer incluso a un padre de familia apasionando por la velocidad y la tecnología al mismo tiempo. En este sentido, un potencial cliente puede esperar lo último en multimedia (con controles y medidores específicos), en confort y en seguridad.
Para que nos hagamos una idea de la cantidad de dinero que los asiáticos piden por este misil comparado con equivalentes que tienen motores de gasolina, el IONIQ 5 N sale por 120 € por CV, una relación ridícula para los estándares actuales. Por ejemplo, el coche «de combustión» más barato con una potencia parecida es el Audi RS 6 Avant Performance, que cuesta 170.000 € y entrega 630 CV, luego cuesta 270 €/CV (más del doble). Eso sí, su concepto poco o nada tiene que ver.
Quizá, el único BEV que podría gustar a un «petrolhead»
Si uno deja su sectarismo a un lado (yo soy el primero al que le gusta el olor a gasolina), se da cuenta de que el Hyundai IONIQ 5 N no es capaz de ofrecer menos sensaciones que un deportivo tradicional, siempre que la autonomía real (supongo que alrededor de 350 km por autovía) y el punto de recarga doméstico (que supone un desembolso extraordinario) no sean un gran inconveniente. Pero no me juzgues tan rápido, que me explico.
Entre otras cosas, este BEV tiene un sonido de marcha que imita el ruido de un motor de gasolina, así como un sistema que simula el funcionamiento de una caja de cambios automática, por no hablar de frenos sobredimensionados, asientos de tipo «bucket» y llantas forjadas de 21″ con neumáticos de 275 mm. También viene con una apariencia agresiva y varios perfiles de conducción. Además, por si era poco, existe un diferencial trasero electrónico con el que es posible realizar derrapajes controlados.
