Más de 30.000 euros es lo que pide Volkswagen por el actualizado Polo GTI, un precio que se equipara con el de, nada más y nada menos, Toyota GR86. Y es que la inflación y la tendencia de las marcas a erradicar a los «coches pelados» está dejando un panorama desolador para el bolsillo del común de los mortales, decidiendo que sean 32.500 euros los que nos tengamos que gastar por un utilitario deportivo.
Aún recuerdo por allá en el año 2006 cuando el Volkswagen Golf GTI de quinta generación costaba nuevo 28.000 euros, mientas que el R32 35.000 euros. Precios tampoco sumamente asequibles pero sí considerablemente mejores que los que experimentamos hoy en día. Pero, ¿realmente cuesta 32.500 euros el nuevo Polo GTI? ¿Qué ofrece para intentar justificarlos? Vamos a descubrirlo.
Así es el Volkswagen Polo que cuesta lo mismo que un Toyota GR86
Volkswagen Polo
El restyling del Polo GTI nos presenta una estética más fresca y actual de la mano de llantas de 17 pulgadas y diseño específico, decoración propia de la variante GTI y una doble salida de escape lateral, así como splitter, taloneras, difusor y spoiler nuevos. Misma situación nos encontramos en el habitáculo con despuntes en rojo, asientos de corte deportivo y un volante de nueva cuña que hereda directamente del Golf GTI.
Pero una estética más picante y un interior más tecnológico no parecen ser motivos suficientes para justificar los más de 30.000 euros que cuesta el nuevo Volkswagen Polo GTI. La mecánica, por su parte, intenta darle más sentido a este precio inalcanzable para cualquier utilitario deportivo otrora.
En las entrañas del Polo GTI de sexta generación se esconde un cuatro cilindros turbo de 2.0 litros capaz de rendir 207 CV y 320 Nm de par, cifras que se gestionan por medio de un cambio automático DSG de doble embrague y siete relaciones. El 0 a 100 ocurre en 6,4 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 240 km/h.
A este mejunje, que quiere hacer que los 32.500 euros que cuesta el Volkswagen Polo GTI cobren sentido, debemos sumarle un diferencial XDS de serie, un aspecto bastante crucial a la hora de enviar la potencia correctamente al suelo y mejorar la dinámica.
Pero, ¿qué pasa cuando echamos un vistazo a qué podemos comprarnos con algo más de 32.000 euros? ¿Sigue teniendo sentido el Polo GTI?
¿Qué podemos comprarnos con 32.500 euros -e incluso menos- además de un Volkswagen Polo GTI?
Lo primero es lo primero, y es que con 32.900 euros -un poco más de lo que cuesta nuestro protagonista- podemos comprarnos un Toyota GR86, un deportivo con cambio manual, tracción trasera y 235 CV procedentes de un propulsor bóxer atmosférico.
El Mazda MX-5 también entra en la fórmula, un descapotable no con tanta potencia como los GR86 y Polo GTI pero con un desparpajo de sensaciones tremendo. Su cambio manual de tacto soberbio, su bajo peso y la posibilidad de conducir a cielo abierto hacen que por 27.172 euros sea un coche a tener muy en cuenta.
Y estirando solo un poco el presupuesto podemos toparnos con el que posiblemente sea la opción más interesante de los utilitarios deportivos, el Toyota GR Yaris. Su herencia directa de los rally, su sistema de tracción inteligente y su cambio manual de seis relaciones hacen del nipón un caramelito para cualquier petrolhead que se precie, y más cuando podemos conseguirlo por 35.550 euros.
Pero si no queremos salirnos del concepto del Volkswagen Polo GTI, siempre podemos recurrir a opciones más baratas e igual de eficaces, siendo claro ejemplo el Hyundai i20 N. Rivalizando directamente con el alemán, el i20 N se asienta con un explosivo cuatro cilindros de 204 CV y una estética muy radical, a lo que debemos sumarle un precio de 26.640 euros, bastante más bajo que el del Polo GTI.